La operación se inició en enero del pasado año, cuando el Equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Villanueva de la Serena tuvo conocimiento de la desaparición de un vecino de Garlitos, de 46 años de edad, a raíz de la denuncia presentada veinte días después por sus familiares. Desde ese momento, se establecieron diferentes dispositivos de búsqueda tanto en su municipio de residencia como en la comarca, sin obtener resultado alguno, no cesando en las labores de investigación y localización.
El cadáver fue descubierto por un cazador
Fue el pasado mes de noviembre, cuando un cazador halló el cuerpo de una persona en avanzado estado de descomposición, oculto en una zona abrupta y entre la maleza de un paraje del término municipal de Siruela.
La primera inspección policial llevada a cabo por el Laboratorio de Criminalista de la Comandancia de la Guardia Civil en Badajoz, apuntaba a que la identidad del cuerpo hallado pudiera corresponder con la persona desaparecida. Hecho que pudo ser corroborado tras la autopsia y análisis de muestras biológicas llevada a cabo en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Badajoz.
Dos detenidos un hombre y una mujer que conocían a la víctima
Los agentes con las diligencias practicadas, pudiendo implicar en el suceso a las últimas personas que lo vieron con vida, un hombre y una mujer, ambos vecinos del Risco, quienes mantenían una relación de amistad con el finado.
Su hijo, Juan Daniel Olaya, ha asegurado a Canal Extremadura que "desde el primer día sabíamos que eran ellos" y pide que se haga justicia, después de un año de investigación.
Ha sido el martes, cuando coordinados con el Juzgado de Instrucción de Herrera del Duque fueron detenidos, el varón como presunto autor material del homicidio, y la mujer por los delitos de encubrimiento y omisión del deber de socorro. Una vez fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial, ésta decretó el ingreso en prisión del hombre.
