La fase clasificatoria ha dejado situaciones muy variadas, entre ellas varios intentos que no llegaron a convertirse en carrera válida por no alcanzar el tiempo reglamentario. En ocasiones, la acción termina antes de empezar y no permite evaluar la técnica ni la verdadera capacidad de los galgos. Este tipo de jornadas recuerda que, en el campo, cada lance depende tanto de la calidad del terreno como de la respuesta de la liebre, cuyo comportamiento puede cambiar por cansancio, temperatura o simple azar.
También hemos visto lances que arrancan con mucha energía pero se desvanecen enseguida porque la liebre se deja coger rápidamente o no consigue romper con un quiebro decidido. Otras veces, antes incluso de levantarla, los jueces deben valorar si la pieza tiene condiciones para ofrecer una carrera real: hay liebres que salen fuertes y otras que apenas se sostienen en la arrancada. La decisión de soltar la collera siempre queda en manos del equipo arbitral, que vela por que cada enfrentamiento sea justo y representativo.
Cuando la liebre se encama demasiado cerca del perdedero o busca refugio sin trazar una línea estable, la carrera suele resultar demasiado corta o confusa y se declara nula sin dudarlo. Tras ello, los galgos regresan al punto de partida para volver a intentarlo con calma, manteniendo igualdad de oportunidades para ambos. Este proceso, repetido una y otra vez, garantiza que la competición conserve su esencia: valorar el desempeño real del galgo y la valentía natural de la liebre, siempre bajo un reglamento que busca equilibrio y limpieza en cada lance.
La Navidad también se mide en sonrisas, y esta tarde, en Badajoz, más de 200 han brillado con luz propia. Usuarios de seis residencias de mayores han recorrido la ciudad para disfrutar del alumbrado navideño gracias a la iniciativa “Taxi Luz”, un proyecto que nació en 2018 para que las personas mayores que viven en residencias puedan salir, romper la rutina y contemplar las luces de Navidad.

Lili lleva cinco meses en la residencia y este martes vivía con ilusión esta experiencia. La actividad cuenta con la colaboración del Ayuntamiento, Radio Taxi y Tubasa.
Ha sido una tarde que deja huella, como en Antonio, que regresa con el corazón lleno y con buenos deseos: “Que tengamos salud todos”.

Un paseo distinto, con baile incluido, que rompe la rutina y crea un ambiente que devuelve recuerdos y emociones. Porque, a veces, la mejor forma de iluminar la Navidad… es compartiéndola.
Los plazos que marca la Unión Europea para finalizar la conexión de Alta Velocidad entre Madrid y Lisboa en 2034 no convencen ni a la Junta de Extremadura ni al Ayuntamiento de Madrid.
El consejero de Economía, Guillermo Santamaría, calificó ese horizonte como “inaceptable”, mientras que el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, apuntó: “No debemos plantear el objetivo a 2034, sino el objetivo de hacerlo incluso antes”.
Estas declaraciones se produjeron esta mañana en un foro sobre el desarrollo del suroeste ibérico, en el que también participó el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, quien considera “crucial” esta conexión: “Somos la única capital de un país europeo que no está conectado”. Portugal ha tardado casi dos décadas en apostar por este proyecto tras años de ajustes económicos.
Entre las cuestiones pendientes figuran la conexión con Toledo y la definición del tramo internacional que unirá Elvas con Badajoz. El alcalde pacense, Ignacio Gragera, aseguró que siempre han querido “impulsar este corredor de manera más rápida”. Por su parte, Antonio Salas, presidente de la Plataforma Sudoeste Ibérico, insistió en la necesidad de crear las condiciones para acelerar el proyecto: “Para que pueda estar cuanto antes, para que pueda estar en el 2034, y eso va a cambiar un escenario”.
En este mismo foro, el Gobierno de España cifró su inversión en Alta Velocidad en 1.780 millones de euros, lo que ha permitido la puesta en marcha de todos los tramos e incluso la finalización de algunos. Sara Hernández del Olmo, secretaria general del Ministerio de Transportes, aseguró que estas inversiones suponen “un impulso que no se había visto en las dos últimas décadas” para Extremadura.
Como retos pendientes, queda la finalización del tramo entre Talayuela y Plasencia y resolver sin demora el trazado por Toledo.