El gamo, considerado como el mediano de los cérvidos en la Península Ibérica, se distingue por los cuernos palmeados y su manto de pelo pardo-rojizo salpicado de pintas blancas y una franja oscura en el lomo.
El comportamiento del gamo es conocido por lo cautelosos que son, su aguada visión y oído. Siendo un animal muy listo y esquivo, sale de las zonas de conflicto con facilidad y es muy silencioso. Esto hace que la caza del gamo sea un desafío emocionante y a menudo requiere sigilo y paciencia por parte del cazador.