Fran es dietista, con él hacemos un repaso a alimentos que podemos encontrar al alcance de nuestras manos en esta época del año en el campo extremeño. Nos habla de la importancia de los frutos secos como es la bellota. Un superalimento para los humanos, también de espárragos que están de temporada y son muy depurativos, o coger tomillo para hacer infusiones.  

En todas las localidades de Extremadura hay al menos una persona que elabora vino de pitarra, el nuestro, el tradicional y 100% natural. Un vino de cosecha elaborado para un solo año y que cuenta con diversas variedades: blanco, Pedro Jiménez o tinto, según la uva utilizada. Desde Marciano en Torre de Don Miguel a Víctor de Calamonte, cada maestro tiene su librillo. Desvelamos nuestra tradición pitarrera

¿Dónde irán los 100 palomos que cada martes y sábado sueltan en esta localidad pacense? Desde la plaza de Alvarado, semanalmente realizan concursos de colombicultura, una práctica que quisieron traer sus vecinos desde Valencia en los años 70. La raza de palomo que se usa es de pica o deportivo y cada palomo lleva incorporado un chip para controlar el tiempo y la ubicación.

Barriga es un loco de los animales. ¡Les encanta! Tiene cabras, ovejas, pero uno de los animales más especiales son los 22 pavos reales, 11 machos y 11 hembras, que habitan también en su casa. Su abanico policromado lo hacen uno de los animales más bellos y pueden llegar a alcanzar los 225 centímetros de tamaño. Conocemos la historia de este vecino de Valdebótoa para conocer la razón por la cual los tiene y cómo los cuida.

Eugenio Quintero es un vecino de Cáceres que lleva desde 1988 siendo especialista de caballos en cine. En la Plaza Mayor de la capital cacereña nos enseña cómo los entrena y los prepara para que aparezcan en series y películas como "Juego de Tronos" o "La catedral del mar". Una de las claves es adecuarlo al terreno, de ahí que los pasee por el casco antiguo de la ciudad, para que cuando esté con mucha gente, no se asuste ni se ponga nervioso.

Aniceto Marabé creía que venía a debatir sobre floretas o perrunillas y se ha llevado toda una sorpresa. Es la tercera generación de pasteleros de Barcarrota. Su pastelería lleva ya cien años con el horno encendido y son ya una institución en el pueblo, sus famosos dulces no solo son consumidos por los barcarroteños si no que son muchos los clientes de distintos puntos de la región que acuden a la pastelería buscando endulzar el paladar. Desde hace 100 años, pasar por la Ccalle Monte de Barcarrota es oler a retamas y troncos de encina que llevan encendidas un siglo en el horno de la familia Marabé. En 1922, Juan Marabé Rodríguez abrió la pastelería. Siempre ha tenido su fama, pero ellos trabajaron mucho, sacaron dulces más antiguos, aquellos de hojaldre que solo se hacían de dos formas, los lazos y empanadillas de cabello de ángel, y ellos innovaron, los rellenaban de crema. Ahora tienen más de quince variedades de hojaldre que no había antes.