8 Diciembre 2025, 18:30
Actualizado 8 Diciembre 2025, 18:30

Palpitaciones, sudores fríos, visión borrosa… Son algunos de los síntomas que definen la amaxofobia, un miedo irracional a la conducción que puede llegar a condicionar la vida diaria de quienes lo padecen. Este trastorno se alimenta de pensamientos anticipatorios, que hacen que la persona aprenda a tener miedo incluso antes de ponerse al volante.

El psicólogo Javier Alarcón explica: “Si yo pienso que no soy capaz de conducir, lo que va a ocurrir es que voy a intentar evitar toda situación que tenga que ver con la conducción”. Por ello, el trabajo terapéutico se centra en modificar esos pensamientos, que son “ideas, no realidades”, subraya el especialista.

Desde las autoescuelas también se colabora para superar esta fobia, siguiendo pautas marcadas por profesionales. Sin embargo, los expertos advierten: no debemos confundir el miedo inicial a conducir con la amaxofobia. En palabras de Daniel Barrantes, responsable de una autoescuela: “El miedo es bueno porque cuando nosotros tenemos miedo, nos va a salvar de diferentes situaciones”.

La clave está en diferenciar entre la prudencia natural al aprender a conducir y el bloqueo psicológico que impide hacerlo, para poder actuar a tiempo y recuperar la confianza al volante.