4 Septiembre 2025, 9:06
Actualizado 4 Septiembre 2025, 18:54

"Cada vez que alguien me pregunta de dónde eres yo digo de “Badajó”", así reivindica su tierra Carolina Yuste, Medalla de Extremadura 2025. En todas las entrevistas lo dice. Siempre que puede no disimula nuestro acento y es tan pacense, que cuando se acerca a la “tierrina”: "Cuando yo vengo de Madrid y pone provincia de Badajoz y empiezo a ver encinas... es que empieza a olerme diferente, es una alegría" 

Y cada vez que viene, es feliz, saliendo a desayunar con su padre y montando en bici por el paseo fluvial. Se crio en el casco antiguo, donde está uno de los dos goyas que coronan su trayectoria profesional. Es el que recibió en 2019 como mejor actriz de reparto, dando vida a Paqui en la película Carmen y Lola.  

Y el segundo ha sido el que definitivamente ha catapultado su carrera. Con tan sólo 33 años este año, Carolina Yuste se alzó con su segundo Goya. En este caso, a la mejor actriz protagonista por su papel de policía infiltrada en la banda terrorista ETA. Un thriller político que también se ha convertido en la película más taquillera de esta edición. “La infiltrada, para mí, lo que fue más complejo fue el antes, todos los meses de ensayos, de leer, de informarte... la gestión de la herida. Luego te pones, haces tu trabajo, que es muy difícil, pero te lo gozas un montón"

 

La actriz Carolina Yuste posa tras recibir el Goya a Mejor actriz protagonista, por 'La infiltrada'.
Eduardo Parra / Europa Press

Sin embargo, si tiene que quedarse con un personaje..."El proyecto en sí, que creo que más me ha atravesado ha sido un proyecto teatral que se llamaba prostitución. De hecho fuimos con él a Badajoz, al López de Ayala. Cada vez que te subes al escenario sabes que en algún lugar lo que estás contando es la experiencia real de una mujer y eso era dolorosísimo" asegura Carolina Yuste.  

En Mérida la hemos visto en 2017 en el Festival de Teatro clásico en la piel de Acté. Una esclava siria contratada por Séneca. Le encantaría volver: "Energéticamente es un espacio bestial, lo que tenemos ahí ese pedazo de teatro es brutal y como actriz pisar esa piedra y ver ese cielo, mientras haces algo, lo que sea, es muy guay". 

Destaca el talento que hay en la región, pero echa en falta que "No tenemos espacio para desarrollarnos, artísticamente, si queremos avanzar y crecer tenemos que irnos. Hay opciones de quedarse, sí, hay un montón de gente: actrices, artistas, dramaturgas... que están ahí, pero el espacio es pequeño" 

Ha dirigido el documental Ciao Bambina y está inmersa en nuevas producciones como directora y actriz. Su principal deseo es que su trabajo le llene el alma, ya lo consiguió cuando pregonó el carnaval de Badajoz y ahora al recibir la máxima distinción que otorga su tierra:  

“Me da como mucho amorcito y mucho agradecimiento, es como uno de esos reconocimientos que parten más del amor, que del ego y lo recibo con más cariñito, claro"