A dos años y cuatro meses del cierre anunciado de Almaraz, la intención de las eléctricas de que continúe funcionando está en punto muerto. Mientras, el Gobierno continúa dando pasos hacia el desmantelamiento de la central nuclear.
El Ministerio ha anunciado la instalación de un compensador que proteja el funcionamiento del sistema eléctrico en un escenario sin central y con más renovables.
Andrés Muñoz, experto energético, explica que "es como si en una cocina te falta un horno, y lo sustituyes por un microondas: vas a poder hacer algunas de las cosas que haces con el horno, pero no es exactamente lo mismo".
Este compensador da más estabilidad frente a oscilaciones, como la que nos llevó al apagón, y permite que más renovables viertan energía a la red. Una red que necesita inversión, según el clúster de la energía, para permitir que aumente el consumo.
Vicente Sánchez, presidente del clúster, apunta que "el tendido eléctrico tiene ya copada su capacidad y no le cabe ni un kilovatio más".
"Lo que necesitamos son nuevas líneas de evacuación"
En paralelo, dos empresas han presentado oferta para elaborar los estudios previos y la ingeniería del diseño para el desmantelamiento, algo que conllevará no sólo cuestiones técnicas sino también laborales.
Todo ello ocurre mientras que el Gobierno y las grandes eléctricas de momento ni siquiera se han sentado a negociar ningún cambio en el calendario previsto de cierre.

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