La historia del Nuevo Mundo está ligada a las hazañas de Hernán Cortés, Francisco Pizarro o Inés de Suárez. Pero también fue fundamental la labor casi desconocida de otros ilustres extremeños.
Francisco Becerra, por ejemplo, fue un arquitecto trujillano del siglo XVI que dejó su impronta en las Américas, y poco se sabe de su gesta.
"Hace tres catedrales en México y en Perú"
Para "no olvidar a los olvidados", Javier Pizarro, catedrático de Historia del Arte, recopila en un libro los reflejos de Extremadura en América. Además de las catedrales, Becerra quiso llevar al Nuevo Mundo el llamado balcón de esquina, un elemento arquitectónico recurrente en la región, como en el Palacio del Marqués de la Conquista de Trujillo.
"Es una solución arquitectónica atrevida, arriesgada, que no todos los arquitectos son capaces de realizar"
También nos descubre a Catalina de Bustamante, la primera maestra europea en tierras americanas, y el libro se completa con las obras de tornaviaje, es decir, las que embarcaron desde América hasta Extremadura.
Se custodian numerosas en la región, como el Cristo de la Encina en Ceclavín o las diferentes Vírgenes de Guadalupe de México que se exhiben en Bodonal o en Fregenal de la Sierra.
El Museo de Bellas Artes de Badajoz alberga una valiosa pieza, la 'Noche triste de Hernán Cortés', que evoca la derrota de 1520. Maite Rodríguez, directora del MUBA, explica que el cuadro pintado por Manuel Ramírez Ibáñez "evoca al conquistador llorando sobre una roca, acompañado por la Malinche".
Retazos artísticos que refuerzan los vínculos culturales entre Extremadura y América, y claro, también entre América y Extremadura.