Extremadura quiere dar un salto en innovación. Y Badajoz pretende ser el epicentro. La Cámara de Comercio prevé inaugurar en 2026 la incubadora de alta tecnología Inquore, un proyecto “estratégico” que ya está en construcción y que pretende convertirse en un núcleo de desarrollo para empresas, startups, centros tecnológicos y universidades.
Con una inversión de dos millones de euros cofinanciados con fondos Feder a través de la Fundación Incyde, este nuevo espacio ofrecerá consultoría, financiación, asesoramiento para la expansión comercial y acceso a servicios avanzados. Su objetivo: que las ideas tecnológicas se transformen en negocios sólidos capaces de impactar en la economía regional.
El presidente de la Cámara, Mariano García, ha presentado el proyecto en un desayuno con los medios, en el que ha hecho balance de 2025 y marcado las prioridades para el próximo año. Inquore, ha dicho, es “una de las apuestas más ambiciosas hasta la fecha” y un instrumento clave para promover la transferencia tecnológica y la sostenibilidad “como mejora de la rentabilidad” de las empresas.
“Extremadura tiene ahora una oportunidad histórica”
Mariano García ha descrito la situación actual de la región como un momento “importante y decisivo”, en el que lo que se haga “marcará el ritmo de crecimiento, la capacidad de generar empleo y la sostenibilidad de su desarrollo durante las próximas décadas”.
Ha reclamado alejar complejos y aprovechar los recursos existentes: agua, agricultura tecnificada, agroindustria, así como el potencial del litio y la posición geoestratégica extremeña para infraestructuras tecnológicas, energéticas y logísticas.
