Badajoz - Elvas
4 Mayo 2021, 11:53
Actualizado 4 Mayo 2021, 11:52

Los extremeños y los portugueses ya podemos visitarnos mutuamente tras el levantamiento el pasado fin de semana del cierre fronterizo para evitar la transmisión entre países del coronavirus. 

La respuesta tanto de los vecinos de Extremadura como de Portugal ha sido inmediata, pues han aprovechado esta decisión para cruzar al país vecino y aprovechar la relajación de las medidas sanitarias.

“Estábamos deseando que abrieran ya. Si se puede iremos a la playa que es lo que hacíamos antes y comer a Portugal” asegura una pacense cuyo deseo es compartido por cientos de extremeños estos últimos meses.

“Si se puede iremos a la playa que es lo que hacíamos antes y comer a Portugal"

Los extremeños que se plantean cruzar a Portugal lo hacen para realizar allí algunos de los planes típicos, como conocer su gastronomía, recorrer monumentos o conocer los parajes de ciudades como Elvas, la ciudad portuguesa ubicada a solo cinco kilómetros de Badajoz.

Los portugueses, encantados

Si cruzamos al otro lado de la frontera española, a Elvas en concreto, notamos que los ciudadanos portugueses están contentos tras tres meses en los que no han podido recibir a clientes españoles.

“Bienvenidos a Portugal. Tres meses cerrados es mucho tiempo”

En esta ciudad Portuguesa ha sido habitual encontrar a ciudadanos extremeños “pateando” la ciudad, como nos apuntan alguno de ellos. Los negocios de la zona, principalmente de hostelería, apuntan que no solo son vecinos de Badajoz los que se desplazan hasta allí estos días.

“Hemos aprovechado para dar una vuelta y patear la ciudad, para conocer Elvas, comer…”

Una de las pastelerías más emblemáticas de Elvas se muestra satisfecha por el número de extremeños que se han desplazado hasta allí. “Han venido muchos españoles, gracias a Dios, porque son siempre bienvenidos”. 

La tienda ha llegado a vender más de 1.200 Pastéis de Belém a extremeños en solo tres días, una media de 400 dulces típicos por jornada.

También los restaurantes han recibido con los brazos abiertos al turismo extremeño que ha llegado incluso a guardar cola a la entrada de los establecimientos. Ante esto, muchos españoles se han adelantado y han llegado a reservar para evitar colas. 

Todo, dicen los propietarios de los negocios portugueses, guardando todas las medidas sanitarias, pues son conscientes de que los negocios extremeños y portugueses necesitan a los turistas de ambos países para su prosperidad económica.