Las personas con discapacidad encuentran dificultades para integrarse en un mercado laboral tan complicado como en el que nos encontramos. Por este motivo, muchas apuestan por el camino del emprendimiento. Es el caso de Daniel Bermejo, que no quería marcharse de su ciudad y que no encontraba una oferta laboral adecuada a su formación.
Este joven placentino, con una discapacidad del 58 por ciento provocada por una enfermedad derivada de la artrosis, se formó en estudios administrativos y no encontraba un puesto adecuado. Por ese motivo decidió adentrarse en el tema de la venta de seguros. “Yo he estado demandando tema de administrativo, más que a un trabajo físico, por el problema que tengo en la cadera. Decidí emprender porque no había nada de ofertas de trabajo”.
Después de formarse en Cáceres con su empresa, montó su propio negocio, aprendiendo, a partir de la experiencia. Pero en ese camino Daniel no ha estado solo. Asegura que ha llegado hasta aquí gracias a sus padres porque no ha recibido ningún tipo de ayuda ni subvención. Pese a ello, asegura que no se arrepiento porque “tiene para poder vivir”.
Emprender después de un accidente.
Reyes García es otro de esos valientes emprendedores. En este caso, fue una discapacidad sobrevenida la causante de su cambio laboral. “Yo comencé hace 17 años, antes trabajaba de encofrador en la construcción”. Después de un accidente muy grave tuvo que reorientarse laboralmente a ahora es dueño de una tienda de reparación de calzado.
Ser tu propio jefe tiene cosas positivas, pero hace también que aumente la carga de trabajo y la responsabilidad. Reyes es miembro de la Asociación Extremeña de Emprendedores con Discapacidad y, a pesar de todo, anima: “Yo no veo que porque tengas una discapacidad tengas que quedarte en un rincón, hay que sacar la cabeza y seguir hacia adelante. En definitiva, ser positivo en todo”.
"No veo que porque tengas una discapacidad tengas que quedarte en un rincón, hay que sacar la cabeza y seguir hacia adelante"
En el mercado laboral encontramos unos 20.000 autónomos. Desde organizaciones como ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos), reclaman más incentivos y bonificaciones para que más personas elijan este camino laboral.
En definitiva, el desconocimiento y la falta de incentivos son las principales barreras para emprender un negocio.
