14 Septiembre 2022, 16:12
Actualizado 14 Septiembre 2022, 16:12

Las lluvias de estos días siguen dejando toneladas de ceniza en las aguas de las zonas afectadas por los incendios de este verano. Además de en Las Hurdes, en la comarca de Gata y en las inmediaciones de Monfragüe también son visibles ríos, piscinas naturales y arroyos turbios con maleza y teñidos de negro.

La piscina natural de Torre de Don Miguel es un ejemplo. Su color negro y sucio ha sorprendido a los vecinos. La lluvia ha desplazado las cenizas de las superficies quemadas y han terminado en su aclamado paraje natural.

Piscina natural de Torre de Don Miguel llena de cenizas

Una imagen similar hemos encontrado en el arroyo Giraldo de Casas de Miravete. La paja lanzada no ha evitado que el agua que ha caído estos días haya arrastrado un chapapote de cenizas y de restos vegetales quemados, lo que ha provocado, además, barro en los diferente caminos forestales.

Sus vecinos están preocupados y temen que la suciedad llegue al Parque Nacional de Monfragüe. Pese a que hoy es fiesta en la localidad, celebran el Santo Cristo, algunos de sus ellos no han dudado en limpiar y desatascar los pequeños cauces del arroyo. "Está todo lleno de barro y mañana tenemos que ir los barrenderos a destajo", cuenta Gema Suárez.

Arroyo Giraldo de Casas de Miravete sucio de cenizas y barro

De momento, no ha sido necesario cortar el suministro de agua a esta población porque la reciben de un manantial. Pero es cuantioso el daño medioambiental que se ocasiona. Una grave consecuencia más de los incendios.

Según Francisco Parra de Adenex, "los ríos sufren una transformación del ph del agua y evidentemente esto puede conllevar muerte de peces y plantas acuáticas". Y alerta de que estas especies podrían tardar en recuperarse "entre ocho y diez años".

 

 

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Piscina de Riomalo de Arriba con chapapote incendios
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La lluvia arrastra la ceniza del incendio de Las Hurdes a los ríos