Extremadura ha registrado el segundo mejor dato histórico de donaciones de órganos, con una tasa de 63,8 donantes por millón de habitantes en 2024, consolidándose como la cuarta mejor comunidad autónoma de España en este aspecto. Una cifra que pone de manifiesto, una vez más, la solidaridad de la región y su importancia a nivel nacional en donación de órganos, algo en lo que España sigue siendo líder mundial.

Luis, un ejemplo de esperanza

Luis Tirado, un extremeño que recibió un trasplante de pulmones, es uno de los muchos beneficiados por la generosidad de los donantes. Después de estar 13 años gravemente enfermo, los médicos le dieron una esperanza de vida de solo dos años, pero su vida dio un giro gracias a la donación.

Ahora, todo aquello que vivió parece un simple sueño para Luis, que tiene 54 años, pero que volvió a nacer el día de su trasplante. Reconoce que su vida fue salvada no solo por el órgano recibido, sino por la solidaridad de su donante, que incluso ayudó a salvar seis vidas más.

La importancia del apoyo psicológico

El proceso de trasplante no solo implica una intervención médica, sino también un apoyo psicológico fundamental para los pacientes. Luis, que forma parte de la Asociación de Trasplantados de Extremadura (ASEXTRAS), destaca la importancia de este acompañamiento en su recuperación y adaptación a la nueva vida.

España continúa liderando la donación de órganos a nivel mundial, con más de 6.400 trasplantes realizados solo en 2024.

Alrededor de una treintena de tractores, junto con coches y otros vehículos, se han concentrado este miércoles en Talarrubias para protestar contra la posible incorporación de este municipio y otros de la comarca de La Siberia a la Reserva de la Biosfera. La manifestación ha comenzado sobre de las 19:00 horas, coincidiendo con el pleno municipal que se celebra a las 20:00.

Motivos de la protesta

Los manifestantes, principalmente agricultores y ganaderos, rechazan esta iniciativa argumentando que no genera beneficios tangibles para el sector primario y, en cambio, supone más trabas burocráticas y costes adicionales. Según ellos, la designación de la Biosfera podría aumentar las restricciones en el uso del suelo y dificultar su actividad económica.

Un sector cansado de las dificultades

El malestar de los profesionales del campo extremeño no es nuevo. Se sienten hastiados por lo que consideran una acumulación de normativas y aranceles que dificultan el desarrollo de la agricultura y ganadería en la región. En su opinión, la inclusión en la Biosfera no aborda sus principales problemas, como la falta de rentabilidad, los altos costes de producción y la competitividad en los mercados.