27 Agosto 2022, 12:36
Actualizado 27 Agosto 2022, 12:54

El Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Materno Infantil de Badajoz, que dirige el doctor Francisco Javier bueno Recio, ha realizado con éxito, y por primera vez en el país, una intervención novedosa para el tratamiento de la malrotación intestinal en un niño de 11 años.

La malrotación intestinal es una malformación anatómica congénita en la que, tanto el intestino delgado como el grueso, no tienen fijaciones anatómicas a la cavidad abdominal y ello puede generar una torsión del intestino sobre sí mismo, ha explicado la Junta en una nota de prensa. Este problema debe tratarse con cirugía de extrema urgencia pues de lo contrario puede producir la pérdida de todo el intestino por falta de flujo sanguíneo, requiriendo nutrición parenteral y en el futuro trasplante intestinal. También puede presentar otros síntomas como crisis de dolor abdominal, vómitos y la obstrucción del intestino con los derivados cuadros de 'maldigestión', como ocurría en este niño por presentar un vólvulo parcial del intestino.

El tratamiento hasta ahora databa de 1933, y consistía en una cirugía que no aseguraba que en el futuro se volviera a sufrir torsión intestinal. Precisamente esto es lo que sucedió en el caso de este menor, al que ya se le intervino a los dos días de vidaLa intervención se realizó a finales de julio y su duración fue de 4 horas. El paciente fue dado de alta a los 6 días y actualmente, un mes después, está sin síntomas y con una vida normal.

Técnica tanto para menores como para adultos

La técnica nueva fue presentada y publicada el año pasado en el Congreso Americano de Cirugía General por el doctor Kareem Abu-Elmagd y se puede aplicar tanto en niños como en adultos. Se basa en rotar y fijar el intestino a la cavidad abdominal en una situación anatómica normal sin producir obstrucción y evitar futuras complicaciones. El doctor Abu-Elmagd es jefe de Trasplante y Rehabilitación Intestinal de la Cleveland Clinic y el profesional con más experiencia en el mundo en esta área.

Aunque la incidencia real de esta malformación es desconocida, pues hay muchos casos que son asintomáticos, se cree que es de 1 por cada 6.000 nacidos vivos. Algunos estudios han descrito una incidencia de entre el 0.5-1% en autopsias. Se cree que la mitad de los casos debutan y son diagnosticados en el primer año de vida.