La dirección de Ciudadanos ha advertido a cuatro de los siete diputados que tiene en Extremadura que deben acatar las normas del partido. Esto significa aceptar el nombramiento de David Salazar como portavoz del grupo y la expulsión de Fernando Rodríguez por haberse autoproclamado presidente sin siquiera haber tomado posesión de su acta de diputado.
La tormenta en Ciudadanos se desató tras la salida la pasada semana de Cayetano Polo. El partido proclamó a Salazar como coordinador y portavoz parlamentario. Cuatro compañeros de él en la Asamblea, de los 7 que conforman el grupo se rebelaron y borraron a Salazar para repartirse los cargos. Entre ellos estaba Fernando Rodríguez, sustituto de Polo y todavía diputado electo.
Ciudadanos podría tomar medidas legales
Un pulso a la dirección nacional que termina, por ahora, con la expulsión de Rodríguez. Esto suaviza la actitud del grupo parlamentario que proclama una "voluntad de llegar a acuerdo con el partido". Pero Madrid no acepta negociaciones y les advierte que deben acatar las normas del partido. Incluso, según esas mismas fuentes, Ciudadanos podría tomar medidas legales contra los otros tres diputados díscolos para garantizar, dicen los derechos de los votantes y del conjunto de ciudadanos.
Pero la propuesta con el reparto de cargos de los cuatro diputados de Cs sigue viva. De hecho hoy se reúne la Mesa de la Asamblea de Extremadura para calificarla, aunque en cinco días que han pasado desde que se registró, todo haya cambiado.
