9 Mayo 2022, 13:39
Actualizado 9 Mayo 2022, 20:59

Arranca la campaña de la cereza en el norte de Extremadura. El sector la afronta con incertidumbre por el aumento de los costes de producción que cifran en un 20%. Una campaña que se ha retrasado 15 días con respecto al año pasado por la climatología. 

 

Para Álvaro Merino, cerecero, ha comenzado la campaña este lunes con 15 días de retraso respecto al año pasado por la climatología que los cerezos han afrontado, tanto en otoño e invierno, donde no han acumulado las suficientes horas de frío y los vaivenes de marzo y abril. Un agua que los cerezos de Merino "han agradecido y que ha servido para que estas variedades tempranas engorden y alcancen una calidad óptima". 

Una cesta repleta de cerezas.

Según el presidente de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, José Antonio Tierno, esta campaña está marcada por la incertidumbre por el aumento de los costes de producción. Los cifra en un 20% y afectan a la gasolina o al cartón. Por eso, cree que el reto para esta campaña está en poder trasladar esos costes al precio de la fruta y conseguir una rentabilidad. Algo que, ahora, no se sabe si podrá conseguirse ya que depende de la oferta y la demanda.

Una oferta que en la agrupación va a bajar con respecto a la pasada campaña. "Será una producción de media a baja y estimamos una cosecha de entre 13 y 14 mil toneladas de cereza". 

De otro lado, la situación con Rusia no afectará, a priori, "porque no es un mercado donde se exporte desde el Valle del Jerte. No obstante podría influir si "Turquía, principal productor del mundo, tiene problemas con Rusia y deriva su cereza a Europa".