25 Octubre 2021, 11:30
Actualizado 25 Octubre 2021, 11:30

"El juego del calamar" es una de las series de moda en Netflix. La producción surcoreana muestra un concurso en el que todos los jugadores son personas desesperadas por las deudas que aceptan participar en juegos infantiles, como el escondite inglés o las canicas, para lograr una gran suma de dinero, pero quien pierde muere.

Desde su lanzamiento el pasado mes de septiembre la han visto más de 120 millones de espectadores, lo malo es que entre ellos hay también muchos niños, aunque sólo esté recomendada para mayores de 16. Luis Lobo, el presidente de la Asociación Extremeña Contra el Acoso al Menor, AECAM, reconoce que le llegan casos de "niños que han visto la serie con sus padres", algo que a juicio del experto es inadecuado, según apunta lo lógico sería "establecer filtros, ver antes la serie para conocer cómo es y si después entendemos que nuestros hijos están preparados dejarles verla". 

 

Además de la violencia explícita a los expertos les preocupa "el poco valor que parece tener la integridad física de las personas"


En los colegios de Extremadura no se ha reportado ningún problema de conducta ni que se juegue con más violencia, pero sí que se empieza a notar que los alumnos de primaria, menores de 12 años, conocen la serie y en su tiempo libre hablan o imitan su contenido. Para el psicólogo infantil, Alberto Blanco, de la clínica Fisiotex de Don Benito, el problema no es sólo la violencia explícita, sino los valores que se transmiten, "el poco valor que parece tener la integridad física de las personas". Este especialista también conoce casos de pequeños que ven la serie y lamenta que se dé pie "a que niños muy pequeños hablen de temas económicos, de cómo ganar dinero de forma fácil", una situación que, a su juicio, puede acabar de dinamitar "la cultura del esfuerzo".


Por ello, los expertos insisten en que los padres deben estar muy vigilantes del audiovisual que consumen sus hijos, unos contenidos que deberían ir siempre en consonancia al nivel de madurez de los pequeños.