Todo parece indicar que el pico de la quinta ola se alcanzó en Extremadura durante la semana del 19 al 25 de julio. En aquellos días se notificaron 3.483 contagios y desde entonces, el número de casos positivos está en claro descenso. Un 7% cayeron una semana más tarde y si lo comparamos con las cifras de los últimos siete días, la caída es ya del 18%.
3.246 casos positivos fueron comunicados por el departamento de salud pública del 26 de julio al 1 de agosto y 2.887 en la semana del 2 al 8 de agosto.
A pesar de este descenso, las cifras de contagios continúan siendo altas. Sanidad estima que lo deseable es estar por debajo de la mitad.
Se acelera la pérdida de vidas
Y como ya había ocurrido en cada una de las olas anteriores, en la quinta lo ha vuelto a hacer. El principal mal que provoca este aumento de los contagios es que el virus ha comenzado a matar de nuevo al llegar a más personas y al dar con cuerpos más débiles. Cuatro extremeños perdieron la vida del 19 al 25 de julio, siete fallecieron a la semana siguiente y nueve conciudadanos nos han dejado a lo largo de los últimos siete días.
Cifras de muertes que podrían seguir aumentando ya que, justo dos semanas después de alcanzar el máximo de infecciones, la presión se ha trasladado a los hospitales y ya han aparecido los casos más graves que requieren de la unidad de cuidados intensivos.
Y es que a lo largo de esta semana, se ha alcanzado, hasta el momento, el máximo de hospitalizaciones de la quinta ola y también el de pacientes en UCI. Son cifras similares a las de comienzos de abril.
Este domingo permanecen ingresados 98 extremeños, 16 en UCI, mientras que en la semana en la que se alcanzó el pico de la quinta ola había alrededor de 70 ingresados y 10 en cuidados intensivos.
