24 Agosto 2025, 10:23
Actualizado 24 Agosto 2025, 17:54

El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida acoge estos días ‘Los hermanos’, una original versión de la comedia de Terencio firmada por el director Chiqui Carabantes. Pero si la puesta en escena ya sorprende por su estilo circense y su tono desenfadado, el vestuario no se queda atrás. Su creador, Salvador Carabante, ha diseñado un universo visual donde la distopía y la metáfora conviven con referencias históricas y guiños modernos.

“El vestuario es distópico y bastante ecléctico”, explica Carabante. “Me he inspirado en la ropa de la época, es una obra escrita hace 22 siglos, así que partí de las togas, pero también tomé como referencia las faldas tableadas del tenis femenino de la primera mitad del siglo XX, y desde ahí desarrollé todo el concepto”.

Una de las decisiones más llamativas es que todos los personajes masculinos llevan falda tableada, con un código cromático que habla por sí solo: “Están emparejados por colores: dos en blanco prácticamente, y otros dos en blanco y negro”. En el caso de Pepón Nieto, que interpreta varios papeles, destaca un toque más llamativo: “Cuando hace de presentador, lleva una chaqueta roja. Eso da un bombazo de color tremendo”.

Las tres mujeres de la obra también tienen un tratamiento cromático particular. “Tenemos a las dos hermanas y a la chica que se queda embarazada. Para ellas he usado verde, amarillo y rosa, respectivamente”.

Uno de los mayores retos fue diseñar la ropa de los esclavos, donde Carabante optó por el simbolismo:“Al final he usado metáforas: llevan como correa una cadena gorda, que habla del carácter del personaje. Las cadenas simbolizan su condición de esclavos”.

Como es habitual en el teatro de Chiqui Carabantes, los cambios de vestuario son rápidos y a veces muy técnicos. “Muchas veces utilizamos el velcro. Hay un personaje que es una pitonisa, lo hace un actor masculino, y para transformar su aspecto simplemente le hemos puesto un bombín con velo y una cadena”.

Además, el diseñador destaca la importancia de trabajar mano a mano con el elenco: “A mí me gusta construir el vestuario con los actores, porque al final ellos son quienes lo van a defender sobre el escenario, quienes tienen que sentirse cómodos y creíbles con él”.