La sequía lastra la campaña del cereal

La sequía lastrará la campaña del cereal en Extremadura, con efectos ya “irreparables” que podrían ir a peor hasta acabar con datos de producción “testimoniales” si no se producen las precipitaciones necesarias en las próximas semanas, según han indicado a Efe varias organizaciones agrarias.

El máximo responsable de La Unión Extremadura, Luis Cortés, ha explicado que a día de hoy la carencia de precipitaciones permite ya hablar de una reducción de un 30 por ciento en la producción prevista con respecto a los datos del pasado ejercicio, un descenso que puede ser “aún mayor” si continúa la sequía de aquí a mayo.

"Las lluvias de esta semana no serán significativas teniendo en cuenta lo seca que está la tierra"

Las previsiones apuntan lluvia los próximos jueves y viernes, aunque las cantidades previstas “no son significativas si se tiene en cuenta lo seca que está la tierra”, ha apuntado.

Cortés prevé un descenso importante en la producción de cereal este año, pues aunque “este cultivo es valiente, en el sentido de que crece si consigue lluvia, el problema es el daño producido ya hasta la fecha y las dudas en relación a que vaya a llover en las próximas semanas”.

A este respecto, el presidente de Coag Extremadura, Juan Moreno, ha coincidido en las pésimas previsiones de lluvia a corto plazo, lo que llevaría a una producción de cereal “muy baja, prácticamente inexistente”.

Encarecimiento del abono

De ahí la necesidad de precipitaciones antes de la llegada de mayo, para que pueda crecer la planta, en un año además en el que el abono de cobertera se ha reducido de forma significativa debido “al encarecimiento de este producto”, según Moreno.

Moreno ha afirmado que en otoño había “buenas perspectivas” en este cultivo, después de la producción alcanzada el año anterior, lo que llevó a reservar unas 200.000 hectáreas para cereal, cifra similar a la de 2021 cuando se recogieron entre 2.000 y 2.500 kilos por hectárea.

En ambos casos se ha coincidido en la necesidad de exigir ayudas a las administraciones debido a las pérdidas previstas en este cultivo por la sequía, aunque Cortés prefiere hacer una valoración en este sentido en mayo, cuando “se conozca en profundidad la reducción exacta en la producción”, pues “a buen seguro que será superior a lo perdido ya hasta la fecha”.