11 Febrero 2021, 18:47
Actualizado 11 Febrero 2021, 18:47

La Universidad de Extremadura (UEX), a través del Instituto Universitario de Investigación de la Dehesa (INDEHESA), y la Asociación Extremeña de Empresas de Obras y Servicios Forestales y Medioambientales (EXTREFOR) colaborarán en promover acciones para la prevención de incendios forestales y para minimizar su impacto, a través del diseño de los cortafuegos productivos.

El rector de la UEX, Antonio Hidalgo, y el presidente de EXTREFOR, Roque Piñero, han firmado este jueves, en el Rectorado de Cáceres, el convenio de colaboración entre ambas entidades, con una duración de cuatro años prorrogables.

Se busca conocer los factores que generan un incendio forestal y predecir, mediante técnicas avanzadas, cuáles son las zonas estratégicas que permiten actuaciones preventivas que minimicen la vulnerabilidad del monte ante posibles incendios forestales, según recoge la UEX en nota de prensa.

El convenio contempla el diseño de grandes infraestructuras como los cortafuegos productivos, planificando los usos del territorio como principal medida preventiva porque favorecen las actividades agroforestales que contribuyen a reducir la cantidad y continuidad de combustible vegetal en los incendios.

Según refleja, la integración de los cortafuegos productivos facilita la incorporación de los servicios de protección, producción, ecosistémicos y sociales en las políticas públicas, junto a los valores económicos y ambientales.

Así, el convenio permite transferir al tejido empresarial esta herramienta de prevención de incendios, los cortafuegos productivos, que la UEX ha desarrollado en el marco del Proyecto Mosaico, en convenio con la Junta, y que es exportable a todos los países del mundo amenazados por los grandes incendios.

El director de INDEHESA y coordinador del Proyecto Mosaico, Fernando Pulido, define esta herramienta como "porciones del territorio capacitadas para detener el avance de un fuego".

"En lugar de ser costosas y requerir de un mantenimiento y una inversión grande por parte de las instituciones públicas, estos cortafuegos se mantienen por la propia economía que generan, privada normalmente", ha explicado.

Como ejemplo, la ganadería elimina vegetación que puede arder, generando estos cortafuegos, igual que un cultivo por el que no puede pasar el fuego porque el suelo está sin vegetación debidamente atendido y una empresa que está extrayendo biomasa del bosque.

Estos usos agrícolas, ganaderos o forestales se llaman productivos porque el monte se mantiene limpio gracias a su práctica. El requisito para que un olivar o una dehesa sean cortafuegos productivos radica en que se ubiquen en la cercanía de una masa forestal que pueda arder.