A día de hoy, el combustible más barato de España se encuentra en dos estaciones de servicio de Badajoz. Aunque los precios fluctúan día a día y conviene revisarlos, en el momento de redactar esta noticia, la gasolinera más barata del país para repostar es la gasolinera Derby, en la nacional 5, km 395,7, donde el precio de la gasolina sin plomo 95 es de 0,766 euros por litro. Respecto al diésel, esta gasolinera pacense es también la más barata de la península, con un precio por litro de 0,646 euros.
Con esos precios, llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta 42,13 euros y, si lo que se reposta es gasóleo, 35,53 euros.
Con 6 céntimos de diferencia está Nubex, la segunda estación de servicio más barata del país y que también se encuentra en Badajoz, en el kilómetro 1 de la carretera BA-20. Allí, el precio de la gasolina sin plomo 95 es de 0,82 euros por litro y el gasóleo se encuentra a 0,70 euros el litro.
En esta segunda estación de servicio llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta 45,1 euros y, si lo que se reposta es gasóleo, 38,5 euros.
Según el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Extremadura (Aresex), Fernando Mena, en la región el precio del combustible ha bajado más de un 20% desde que comenzó la pandemia.
Descienden los precios de los carburantes
Los precios de los carburantes han vuelto a bajar en la última semana y encadenan ya nueve semanas de descensos, al reducirse el de la gasolina un 1,47 % y el del gasóleo de automoción un 1,80 %, quedando este último por debajo del euro por segunda semana consecutiva y en un precio que no se veía desde abril de 2016.
Según datos recogidos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, que se ha dado a conocer este jueves, el precio promedio del gasóleo de automoción en España se ha situado en 0,981 euros.
Por su parte, el precio promedio de la gasolina está en 1,072 euros, en niveles de febrero de 2016, un año en el que el exceso de oferta y una demanda débil llevaron al petróleo a sus peores registros desde 2004.
Los descensos que se están produciendo ahora, desde la semana del 2 de marzo de 2020, se inscriben en un entorno de precios bajos del petróleo en los mercados por la caída de la demanda derivada de las medidas impuestas para frenar la expansión de la pandemia del COVID-19.
Con los precios actuales, llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta 58,96 euros y, si lo que se reposta es gasóleo, 53,95 euros.
Desde que comenzó 2020, la gasolina se ha abaratado un 18,79 % y el gasóleo, un 21,33 %.
Respecto a hace un año, la gasolina de 95 octanos está ahora un 20,77 % más barata y el gasóleo, un 21,96 %.
La gasolina cuesta ahora un 4,46 % menos que hace un mes y el gasóleo, un 5,40 %.
La brecha con los precios máximos que estos carburantes alcanzaron hace siete años se sigue ampliando, y el de la gasolina es un 29,57 % más barato y el del gasóleo, un 32,11 %.
La gasolina y el gasóleo de automoción marcaron su precio récord la semana del 3 de septiembre de 2012, cuando se situaron en 1,522 y 1,445 euros, respectivamente.
En los mercados, el precio del barril de petróleo Brent para entrega en julio subía este jueves a mediodía un 4,45 % en el mercado de futuros de Londres, pese a la renovada inquietud por las consecuencias de la pandemia en las economías europea y estadounidense.
El crudo de referencia en Europa cotizaba en 30,98 dólares, después de cerrar el miércoles a la baja, en 29,66 dólares, tras las subidas de jornadas previas, en que su precio se vio impulsado por los planes de reapertura gradual de varias economías mundiales, una vez superado el pico de la pandemia de coronavirus, aunque los datos de desempleo en Estados Unidos viraron esa tendencia alcista.
No obstante, los precios de los carburantes no tienen una relación directa con la cotización del barril de petróleo, sino que dependen de los de la gasolina y el gasóleo en los mercados al por mayor, todos ellos en dólares, según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).
En el caso de España, los mercados de referencia son el del Mediterráneo y el del Norte de Europa, unos mercados que, aparte de la cotización del crudo, están influidos por la oferta y demanda de estos productos y el tipo de cambio euro/dólar.
