Este lunes empieza en Las Palmas de Gran Canaria la reunión de la Conferencia de Decanos y Decanas de Educación. Una cita en la que se va a debatir el borrador del Libro Blanco del Máster de Profesorado. Ese documento podría marcar el futuro de la formación inicial de los docentes en nuestro país. La cita analiza, entre otros aspectos, la ampliación de la duración del máster a dos años, la extensión de la carrera de Magisterio a cinco, y modificaciones en el sistema de acceso. La Universidad de Extremadura considera necesario ese debate, ya que estamos en un proceso de rediseño.
Más duración del máster
Uno de los puntos que se plantean es la ampliación de la duración del máster de los 60 créditos actuales a entre 90 y 120. En declaraciones a Canal Extremadura, el decano de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad extremeña ha indicado que esperan receptividad a la propuesta de 90 créditos. En cuanto a la ampliación del grado de Magisterio a cinco años, Jesús Sánchez Martín reconoce que hay bastante controversia, y que es complicado que se acepte un cambio de esas características. Y añade que, más que la duración, lo importante es la orientación general que se le va a dar.

El decano sostiene que la formación de los maestros podría ser mucho mejor, y que también son mejorables las pruebas de acceso a la Universidad. Sánchez Martín aboga por repensar las titulaciones de Magisterio, que -recuerda- siguen teniendo nota de corte, lo cual quiere decir que todavía hay estudiantes que se quedan fuera de la carrera que habrían preferido como primera opción. A su juicio, hay margen para aumentar y rediseñar las prácticas en su facultad.
Nuevo perfil de estudiantes
Según el decano de Educación, la situación del Máster de Profesorado es similar a la de la titulación de Magisterio, con más demanda de la que pueden asumir. En los últimos tiempos vienen percibiendo un cambio en el perfil del estudiante de ingreso: ahora son muchos los que vienen directamente del ámbito laboral, y no de la Enseñanza Secundaria. Esto quiere decir que cada vez es más frecuente que a esa facultad llegan personas de 30 ó 40 años que han dejado otro trabajo o que buscan mejorar su formación con esas titulaciones.

En opinión de Jesús Sánchez Martín, si finalmente se amplía la duración del máster o se introduce un examen de acceso, ello generaría un efecto disuasorio entre quienes no tengan una clara vocación docente. Hay que trabajar -añade- para garantizar una formación de calidad en esa área en la región. Lo deseable, finaliza, es que los que salgan de la facultad de Educación hayan descubierto su vocación de enseñanza en algún momento de la etapa universitaria. Bajo su punto de vista, hay que exigir cultura general, además de interés por facetas como la lectura, la música o el cálculo.