Badajoz
23 Abril 2021, 16:53
Actualizado 3 Mayo 2021, 19:04

"Mamá está castigada" no es solo el eslogan de una campaña. Fueron las palabras que dijo la hija de Sara cuando un equipo psicosocial de Badajoz le preguntó por su madre tras 8 meses sin verla. 

Ahora Sara, médico de profesión, lleva dos años sin ver ni tener ningún contacto con sus hijas. Su calvario comenzó en 2016, cuando estaba embarazada de su segunda hija.

Su centro de salud detectó un presunto caso de malos tratos y tramitó la correspondiente denuncia, por lo que Sara huyó de casa por miedo a represalias. La denuncia fue archivada después por el juzgado de Zafra.

Según la versión de la madre, la niña siguió viendo al progenitor hasta que detectó que podría estar sufriendo abusos sexuales - también esa denuncia fue después archivada por el juzgado por falta de pruebas- . Entonces Sara suspendió las visitas y el padre la denunció por retención de menores.

 

Condenada por sustracción de menores

"Nosotros entendemos que no hubo secuestro, porque Sara en ningún momento se fue de la ciudad y además seguía teniendo la custodia de sus hijas en ese momento", nos cuenta Ana María González, portavoz de la asociación Mujeres libres, Mujeres en paz, que la acompaña en el caso.

Sin embargo, Sara ha sido condenada en enero de este año por el Juzgado de lo Penal número 2 de Badajoz a cuatro años de cárcel por dos delitos de sustracción de menores en la modalidad de retención. 

Desde marzo de 2018, el padre tiene la custodia provisional de las niñas. Durante las vacaciones de Semana Santa de ese año, la madre debía devolver a las menores pero no las entregó y estuvo con ellas durante los siguientes 13 meses, hasta que fue detenida por la policía por orden judicial y las niñas entregadas a su padre.

Campaña "Mamá está castigada"

La asociación Mujeres libres, Mujeres en paz ha puesto en marcha  la campaña "Mamá está castigada" para dar a conocer el caso de Sara. 

"Yo he querido hacerlo público para dar a conocer el estado de completa indefensión en el que me encuentro- cuenta Sara, en un audio de la campaña-  Me han castigado con el peor castigo que se puede poner a una madre, no poder ver ni hablar ni estar con sus hijas. Solo quiero poder volver a estar con mis niñas".

Y es que, según denuncia la madre, a pesar de no tener ninguna orden de prohibición de comunicación, el padre de las niñas no le deja comunicarse con las menores ni por teléfono. 

Juicio definitivo en junio 

La guarda y custodia definitiva de las pequeñas se resolverá el próximo 18 de junio en el juzgado de Zafra, después de que la vista haya sido aplazada por cuarta vez. 

Mientras tanto, las pequeñas llevan dos años sin poder tener ningún contacto con su madre que se siente, dice, castigada por la justicia.