Nueve de las trece monjas de clausura del convento San Pablo de Cáceres, algunas de ellas de edad muy avanzada, mantienen su positivo en coronavirus, la mayoría asintomáticas menos una, tras varias pruebas.
Una décima monja clarisa, que dio positivo en un primer momento en el test rápido, ha dado negativo este viernes tras realizarle el PCR.
Según ha informado la Diócesis de Coria-Cáceres en nota de prensa, el próximo jueves se realizará a las nueve religiosas la prueba serológica para confirmar o descartar el contagio.
“Desde el primer momento, se procedió a su aislamiento individual en el convento mencionado, respetando todas las medidas de seguridad y salud y cancelando sus actividades cotidianas, entre ellas la elaboración de dulces”, ha expuesto el obispado.
En este sentido, la diócesis ha querido tranquilizar a todos los que hayan comprado productos de estas religiosas, pues en el proceso de elaboración se han seguido “todas las normas de buena práctica en higiene de los alimentos y su envasado, y además el obrador ha sido sometido a la inspección sanitaria recientemente”.
“Las autoridades sanitarias y alimentarias confirman que no hay ningún riesgo posible de contagio por el consumo de los productos”, ha recalcado.
Esta congregación de clarisas avisó el pasado miércoles al servicio médico de su zona de salud, puesto que una de ellas presentaba un cuadro leve de dolor de oídos y febrícula.
Tras la visita del servicio médico y ante la duda de un posible cuadro de Covid-19, la médico que asistió a la religiosa decidió realizarle un test rápido, dando como resultado positivo y procediendo a realizar la prueba al resto de monjas.
Debido a que la prueba no es cien por ciento fiable según las autoridades sanitarias han transmitido a las religiosas, este viernes, ha apuntado la Diócesis, se ha vuelto a realizar a dos de las diez hermanas que dieron positivo en un primer momento, una prueba serológica con idéntico resultado y se descartó el positivo de una de las mujeres por PCR.
Así, la Diócesis de Coria-Cáceres ha confiado en que la situación de las religiosas mejore “lo más pronto posible”, así como de todos los afectados por esta enfermedad, por los que “seguimos orando”, ha concluido, como hace desde el inicio de la pandemia.
TEXTO: EFE
