Varios países de Europa como Austria, Alemania o Francia han empezado a exigir el uso de las mascarillas de mayor protección, las quirúrgicas y las FFP2, en el transporte público.
De esta forma, estos países tendrán que decir adiós a las mascarillas hechas en casa y a las de tela. El aumento de los contagios y la variante británica del virus que circula ya en 70 países, según datos de la OMS, ha llevado a países como Alemania y Francia a prohibirlas.
Mascarillas de tela
No todas están homologadas ni cumplen los requisitos de formación, según nos ha contado Elvira Mateos, farmacéutica. Asegura, además, que la forma de estar protegidos es llevando mascarilla FFP2.
Este tipo de mascarillas ofrecen una protección doble: a los demás y a uno mismo, porque filtra en dos direcciones: evita la filtración de bacterias hacia el interior y hacia el exterior.
Desde el colegio de farmacéuticos de Cáceres nos advierten que en estos momentos, con muchísima trasmisión comunitaria, es el momento de estar más protegidos usando mascarillas profesionales que ofrecen un nivel de protección más alto.
Situación en España
El gobierno español también opta por el uso de cualquier mascarilla certificada, no necesariamente la FFP2. Fernando Simón asegura que, salvo en casos especiales como los sanitarios, la FFP2 no es necesaria que sea utilizada por la población en general si todos llevamos mascarillas homologadas.
