Los cerdos de Javier Álvarez están desde septiembre en montanera, lo que implica que no se puede controlar el contacto con jabalíes salvajes. El ganadero confía en que la enfermedad no llegue a Extremadura: "Vas por la dehesa y ves a 15 o 20 jabalíes, no tiene por qué llegar a Extremadura; si llega es que algo no se está haciendo bien".
Sectores implicados proponen aumentar el número de jabalíes que se pueden cazar
Para reducir el riesgo de transmisión, los sectores implicados proponen aumentar el número de jabalíes que se pueden cazar, especialmente en zonas donde su presencia es mayor y están cerca de explotaciones ganaderas. José María Gallardo, presidente de la Federación Extremeña de Caza, señala: "Comarcas con vocación de caza menor y ganadera, aumentar al máximo que podamos las capturas de jabalíes; para eso tenemos que dar facilidades de recogida".
La preocupación también alcanza a los ganaderos, que recuerdan que cada año se dejan en el campo unos 18.000 jabalíes tras ser cazados, lo que supone un posible foco de infección. Julián Monforte, de Asaja Cáceres, advierte: "Eso hay que retirarlo, hay que destruirlos, sin conocer la procedencia, sin conocer el estado sanitario en el que se encuentra, y eso en Extremadura no se hace de la noche a la mañana".
Ecologistas proponen eliminar la alimentación artificial
Por su parte, los ecologistas alertan de que, pese al elevado número de capturas, la población de jabalíes sigue aumentando. Reclaman otras medidas, como eliminar la alimentación artificial que se les proporciona para aumentar su tamaño. Marcelino Gardalliaguet, delegado de SEO BirdLife en Extremadura, afirma: "La propia gestión cinegética ha introducido desde hace décadas la alimentación suplementaria como un método de gestionar los cotos, y eso hay que erradicarlo".
Entre las medidas ya adoptadas figura el control para evitar que los jabalíes accedan a basuras en entornos urbanos.