Hablar con Manuel González es saber qué están haciendo las compañías teatrales de toda la península (al menos, de más de una decena de comunidades autónomas... y de Portugal). Cuándo ha habido oportunidad de girar con seis, siete o diez actores y cuándo ha habido que recortar y montar espectáculos unipersonales. Qué temas son los que más preocupan (hace unos años, muchas obras sobre violencia de género o migraciones). Cómo van los cachés. Qué lenguajes se utilizan.
Reciben solicitudes de más de mil espectáculos y eso sí da una sensación, "sin hacer un estudio exacto", aclara. Pero observan una diversificación de los contenidos, "un cuestionamiento de la sociedad muy amplio": desde la turistificación (lo aborda la compañía extremeña El avispero) hasta los mayores, la vida en soledad, la memoria, la salud mental o la identidad sexual: Histrión teatro presentará "Dysphoria".
Estamos hablando de una feria, la Feria de Teatro de Castilla y León, que dirige Manuel González, que cumple 28 ediciones y a la que acuden, desde el principio, compañías extremeñas. Este año se celebra (como siempre, en Ciudad Rodrigo), del 26 al 30 de agosto y ofrece montajes multidisciplinares. El avispero, por ejemplo, que se estrena, presentará "All my enemies"; Teatro del Agua, que también acude por primera vez, llega con "La huella" y un mano a mano entre Francisco Blanco y Esteban G. Ballesteros.
Las otras dos compañías extremeñas conocen bien la Feria. Asaco estrena allí, de hecho, "The very big pulga" y Karlik presenta una obra de nuevo cuño, pero que ha recorrido ya teatros: "Y fuimos héroes", sobre el acoso escolar.
En Asaco son tres, pero han observado que los costes de vida de los dos últimos años se han incrementado muchísimo "y se nota en el número de actores de los espectáculos, pero sí que hay algunos de medio y gran formato e itinerantes, con ocho o diez actores y de calle, que hacía mucho que no se presentaban en la feria". Estos espectáculos interesan porque hay mucho público y porque se puede mostrar la ciudad y asociar las artes al patrimonio.
Se intenta llegar a otros públicos, también: se usan las nuevas tecnologías, hay espectáculos participativos e inmersivos... "Hemos observado una cuestión muy simple: ha disminuido la capacidad de atención de los espectadores". Es raro que una obra dura más de 80 minutos. "Si funciona y conecta, porque las artes escénicas son comunicación, puedes estar allí dos horas, pero no es lo normal". En la Feria tienen un programa de escuela de espectadores, que desarrollan durante todo el año y la capacidad de atención de los más pequeños también se reduce.
Esta cita, con teatro por doquier, es una feria. Van profesionales. Entre ellos, una veintena de nuestra región, sobre todo programadores culturales y representantes de empresas de distribución. Se hace negocio, como resaltaba Simón Ferrero, de El Avispero Producciones, y eso implica que las obras que montan las pueda ver el mayor número de personas posible. Para Francisco Blanco, de Teatro del Agua, que se quedó en puertas de la selección el año pasado, "es un honor haber sido seleccionado". Ya había participado antes, como actor, pero este año va con su compañia, por primera vez.
Durante cinco días, habrá 43 espectáculos, con muchísima variedad, orientados a todo tipo de público. Espectáculos que se contratarán para que pasen por las salas extremeñas y obras extremeñas que irán a otros lugares. Obras de las que imaginamos si nos gustarán por los títulos, miren: "Aquí hay ciervos", "Carrusel ambulante", "Federico: no hay olvido ni sueño: carne viva", "Lorenzo de pesca con Catalina", "El día de San Judas", "no estoy de frente", "La teoría de cuerdas", "La magicleta". Para seleccionarlos, han visto casi mil. Mil historias, con gente siendo otros, vistiendo, maquillando, iluminando a los demás, componiendo la música o las coreografías, cortando maderas para crear una escena y un universo. No me digan que no es bellísimo el teatro.
