Si cualquier día es bueno para sonreír, hoy lo es aún más. Este viernes se celebra el Día Internacional de la Sonrisa, una fecha que nos recuerda el valor de uno de los gestos más universales, accesibles y poderosos que existen.
La sonrisa no cuesta dinero, no requiere esfuerzo y, sin embargo, puede cambiar por completo el rumbo de un día. Según los expertos, al sonreír activamos hasta 17 músculos faciales, lo que no solo mejora nuestro estado de ánimo, sino que también tiene beneficios físicos: reduce el estrés, fortalece el sistema inmunológico y favorece las relaciones sociales.
“La sonrisa es el espejo del alma”, dice el refrán. Y no le falta razón.
Desde un reencuentro inesperado, hasta una canción favorita en la radio, hay infinitas razones para sonreír. Y si no las hay, a veces basta con regalar una sonrisa para recibir otra a cambio.
En este Día Mundial, el mejor consejo es sencillo: llevarla puesta siempre. Porque una sonrisa puede no resolverlo todo, pero sí puede hacer que todo sea un poco mejor.