Al grito de Sáhara libre y con globos y pancartas esperaban a los diez pequeños saharauis. Una espera que ha merecido la pena: llega el microbús y se desata la locura, con besos y abrazos para recibirles después de un viaje de más de 2.200 kilómetros.
"Es emocionante y una experiencia inolvidable"
Les espera un gran verano, alejados de los problemas que sufren en los campamentos de Tinduf, en Argelia. Para todos ellos es la primera vez en España y muchas de las familias también se estrenan en este programa de acogida.
"Están un pelín nerviosos"
De momento sólo han llegado 10 pequeños, el resto lo hará mañana debido a un retraso burocrático.