Después de dos meses sin parar de llover, el fantasma de la sequía se aleja un poco de las preocupaciones de agricultores, ganaderos y sociedad en general; pero, aunque ahí sigue, la falta o la escasez de las precipitaciones es una situación climática inherente al clima de la Península y su estudio, además, no es nada sencillo. Y sólo basta un ejemplo:
¿Cuándo hablamos de sequía: cuando deja de llover por un periodo (que varía según la época del año y del lugar) determinado, cuando comienza a secarse (y en qué medida) el suelo, cuando comienzan a resentirse los cultivos (y qué tipo de cultivo), cuando las aguas subterráneas descienden de cierto nivel (que también hay que establecer), cuando empiezan las restricciones hídricas...? Y, análogamente, podríamos hacer la misma pregunta, pero al revés, para su final, con respuestas innumerables. Por este motivo, hay multitud de variantes a la hora de cuantificarlas y otros tantos mecanismos de clasificación.
En estas semanas el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha dado un repaso a las distintas metodologías y ha determinado nuevas estrategias para su estudio. Sobre esta evaluación de los métodos del estudio de la sequía hablamos con Sergio Vicente, del Instituto Pirenaico de Ecología, perteneciente al CSIC. Esta entrevista se emitió el pasado miércoles, 30 de abril de 2025 en “El Sol sale por el oeste”. Pincha en la imagen y escúchala.