18 Enero 2022, 15:17
Actualizado 18 Enero 2022, 15:17

La familia Hernández Merideño lleva desde septiembre sin poder usar  su casa, en el barrio de San Lázaro, por el peligro de caída de piedras de un talud de titularidad municipal. Una situación límite para la que piden una solución inmediata al Ayuntamiento, con quien ya han tenido reuniones. 

Hace cuatro años que la familia Hernández Merideño adquirió una casa en el barrio de San Lázaro, junto a la ermita. La rehabilitaron con los ahorros de toda una vida. "Hace unos meses empezaron a caer piedras desde un talud, propiedad municipal, que está pegado a la casa, y pedimos en reiteradas ocasiones que se inspeccionara pero nadie acudió", ha explicado Juanjo Hernández Merideño. 

Ya en septiembre, cayeron unas rocas de grandes dimensiones que inhabilitaron tanto el patio como el baño y la cocina.

Interior de la casa donde han caído las rocas.

Entonces, las autoridades decidieron precintar la casa: "Nos dieron 20 minutos para sacar enseres y, desde entonces, no hemos podido volver a habitar la casa", ha asegurado Hernández Merideño. De hecho, ha explicado, sólo pueden acceder de vez en cuando en presencia de efectivos de la Policía Local y durante tiempo limitado.

Reunión en el Ayuntamiento

En una reunión con dos concejales y técnicos municipales, el arreglo de la zona se cifró en unos 40.000 euros. Los representante municipales, explica la familia, explicaron que no podían afrontar esa cantidad y pusieron sobre la mesa la opción de una expropiación. "No queremos que nos expropien la casa, queremos que la arreglen. Además, ¿si ven mucho dinero 40.000 euros, cuánto pensarían darnos por la casa?", respondieron los afectados. 

En la última ocasión que han podido acceder a la casa, la pasada tarde, vieron que habían caído más piedras y se habían producido filtraciones de agua, por lo que la situación se agrava para el inmueble. Por eso se han decidido a contar su historia: "Estamos desesperados, necesitamos ya una solución", ha zanjado Juanjo Hernández Merideño.