La actual campaña del tabaco está marcada por los contrastes. Las lluvias de primavera retrasaron la siembra y ahora el calor ha quemado algunas hojas. Aun así, se esperan unos 23 millones de kilos, un millón más que el año pasado.
Los agricultores coinciden en que, en general, la campaña no va mal. "Vamos a ver cómo viene el verano; si no es muy caluroso, nos vendrá bien", afirma Carlos Martín. "Algunas hojas se han quemado por las altas temperaturas. Con el calor hay que regar más a menudo, y eso incrementa los costes", añade Dionisio Sánchez.
Los precios rondan los 4,30 euros por kilo
Pese a las dificultades, la campaña apunta a ser mejor que las anteriores. La superficie dedicada al cultivo del tabaco en España ha aumentado un 5 %, alcanzando las 6.500 hectáreas, y los precios rondan los 4,30 euros por kilo.
Sin embargo, no todo es optimismo. El sector sigue reclamando el uso del dicloropropeno como desinfectante para el control de nemátodos. A ello se suma la falta de mano de obra cualificada y la incertidumbre ante la futura ley antitabaco.
"No tenemos trabajadores en el campo"
Dionisio Sánchez, agricultor, lo resume así: "Vemos que en esta ley antitabaco hay muchas cosas que no tienen sentido y que no van a lograr que la gente deje de fumar. Hablo, por ejemplo, del empaquetado genérico, que solo incrementa el contrabando y la falsificación. También estamos muy preocupados por la mano de obra: para nosotros es fundamental y no tenemos trabajadores en el campo."
Una escasez de personal que preocupa especialmente a las puertas de agosto, justo cuando comienza la recogida y el secado del tabaco. Un sector clave para Extremadura, que concentra el 98 % del cultivo nacional.