27 Octubre 2025, 13:39
Actualizado 27 Octubre 2025, 15:10

Uno de los efectos menos visibles, en un primer momento, de los incendios forestales llega cuando el fuego ya se ha apagado. La ceniza que cubre el suelo puede acabar arrastrada por la lluvia hasta gargantas, embalses o piscinas naturales, afectando al agua y al entorno.

Por eso, la Junta y la Diputación han puesto en marcha medidas preventivas en los municipios afectados por los fuegos de este verano. El objetivo: evitar daños antes de que lleguen las lluvias más intensas.

Actividades de prevención

En Villar de Plasencia, uno de los pueblos que sufrió el incendio, se han construido gaviones de contención para frenar el arrastre de sedimentos, y se han cubierto las laderas con mantos de paja para reducir la velocidad del agua.

En Casas del Monte, además de proteger las zonas quemadas con paja, se han habilitado dos nuevas tomas de agua en puntos donde no hay ceniza acumulada.

Por ahora, las lluvias de los últimos días no han sido muy abundantes y no han provocado arrastres, pero las actuaciones se mantienen ante la previsión de precipitaciones más intensas en las próximas jornadas.