En muchas cartas dirigidas a Papá Noel y a los Reyes Magos hay un regalo que se repite este año: el ajolote. Este anfibio, en peligro crítico de extinción, se ha convertido en toda una revolución entre los más pequeños. Su aspecto, que en algunos colores recuerda al personaje de Stitch, y su popularidad en videojuegos como Minecraft o en la gran pantalla han disparado su fama. Tanto, que en muchas tiendas de animales ya hay lista de espera.
Ajolote
El ajolote ha pasado de la pantalla a las peceras de los comercios. Los niños saben que es un anfibio acuático originario de México, con branquias externas a los lados de la cabeza y una extraordinaria capacidad para regenerar partes de su cuerpo, lo que lo hace aún más llamativo.
Su éxito lo ha convertido en uno de los regalos más demandados de estas fiestas. Pero los expertos insisten: no es un juguete. Se trata de una especie protegida que requiere documentación específica para su venta y unos cuidados muy concretos. En casa necesita un acuario de agua fría y limpia, alimentación especializada y un entorno estable. Puede vivir hasta diez años y alcanzar 30 centímetros, por lo que es fundamental una compra responsable.
Desde las tiendas de animales recuerdan que, si la familia se cansa del animal, nunca debe ser liberado. En la mayoría de los casos, el ajolote moriría. Y en el peor de los escenarios, si lograra adaptarse, podría convertirse en una especie invasora, como ya ocurrió con la tortuga de Florida, mascota de moda hace unos años que hoy está desplazando a especies autóctonas en el río Guadiana, especialmente en la zona de Badajoz.