5 Diciembre 2024, 14:05
Actualizado 5 Diciembre 2024, 19:35

Con la llegada del frío, el ganado trashumante, procedente de tierras más frescas del norte, regresa a Extremadura en busca de pastos más cálidos. Ganaderos como Diego Torres continúan esta tradición ancestral, guiando a más de 400 vacas en un recorrido a pie de casi 300 kilómetros desde Ávila hasta Mérida. Este viaje, que dura unos 20 días, representa la búsqueda de la "eterna primavera": pastos frescos en verano y calor en invierno.

Trashumancia en Extremadura

La trashumancia, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, no solo tiene un valor ecológico sino también social, al fomentar el intercambio cultural en las zonas rurales. Sin embargo, enfrenta numerosos desafíos. La desaparición de cañadas y veredas, junto con la creciente burocracia, pone en peligro su continuidad. Ganaderos como Joaquín Gragera y Luis Díaz lamentan una falta de apoyo de las administraciones y advierten que, sin medidas para preservar esta práctica, podría desaparecer.

Trashumancia en Extremadura