
Nacido en Jerez de la Frontera, criado en Málaga pero extremeño “por vocación”, Juan Manuel Sánchez Guzmán llegó a la Universidad de Extremadura en octubre de 1984 como profesor de Zoología. Desde entonces, la región se convirtió en su casa y el lugar donde ha tejido una brillante trayectoria profesional y personal, siempre ligada a la docencia y la investigación.
“Soy extremeño por vocación, porque es la vocación lo que me trajo aquí”, asegura Juan Manuel, que pronto encontró en el departamento de Zoología un entorno de compromiso profesional y calidad humana. Para él, las aulas han sido siempre “el corazón de la universidad” y sus alumnos y alumnas, su principal motivación.
Impulsor del sistema científico regional
Juan Manuel, nuevo Medalla de Extremadura, no es solo un referente académico, sino también un investigador que entendió que la ciencia debía ir más allá de los laboratorios. Su objetivo ha sido siempre transferir el conocimiento a la sociedad y a las empresas, una visión que marcó su etapa como vicerrector de Investigación a partir de 2004.
Bajo su dirección se multiplicó por cinco la captación de fondos para I+D+I, se generaron patentes y se atrajeron cerca de 600 empresas. Impulsó estructuras claves como el Gabinete de Proyectos Europeos, la Unidad de Cultura Científica y los servicios de apoyo a la investigación, hasta culminar con la creación del Parque Científico y Tecnológico de Extremadura, que hoy da empleo a 2.200 personas y alberga más de 400 empresas.
“Siempre tuve claro que si el conocimiento no se transfería a la sociedad, no era suficiente. La sociedad se merece que le devolvamos lo que invierte en nosotros, que es mucho”, sostiene.
Un reconocimiento compartido
Pese a los logros alcanzados, Sánchez Guzmán se define con humildad: “Creo que simplemente me adelanté a lo que hubiera hecho otro que viniera después”. Sin embargo, su papel como visionario y motor de la innovación científica en Extremadura lo ha hecho merecedor de la Medalla de Extremadura, galardón que recibe este año.
“Para mí la medalla es un honor, es ver recompensados muchos años de trabajo, cuando ya de por sí cada día, mes, año de trabajo había tenido en sí su propia recompensa que era trabajar en la Universidad de Extremadura".