El secretario técnico de La Unión de Extremadura, Luis Cortés, durante una rueda de prensa para hacer balance del año agrario.
La Unión ha fijado como prioridad para el inicio de 2026 movilizar a agricultores y ganaderos para impedir que las administraciones "desmantelen" el sector agrario extremeño, español y europeo. Los principales retos que se avecinan son la reforma de la Política Agraria Común (PAC), los acuerdos comerciales con Mercosur y la no aplicación efectiva de la Ley de la Cadena Alimentaria, factores que podrían provocar el abandono de numerosas explotaciones, según ha señalado el secretario técnico de La Unión de Extremadura, Luis Cortés.
La organización alerta de que estas medidas, sumadas a la pérdida de competitividad, suponen “nubarrones” que amenazan la rentabilidad del campo y la continuidad de muchas explotaciones en la región.
Balance agrario del año
El año se cierra con un panorama desigual entre agricultura y ganadería. En el caso de la agricultura, la climatología favoreció los cultivos de invierno, pero castigó duramente los de verano, con pérdidas superiores a 3 toneladas por hectárea en maíz y más de 30 toneladas en tomate para industria, además de descensos en patata, arroz, uva y aceituna. A ello se suma el desplome de precios, que no han cubierto los costes de producción, especialmente en regadío.
En cuanto a la ganadería, los precios se han mantenido o incluso subido, pero la pérdida de cabaña y la aparición de nuevas enfermedades como tuberculosis bovina, lengua azul, gripe aviar, dermatosis nodular y la amenaza de peste porcina africana han lastrado la rentabilidad y destruido mercados.
La Unión advierte que, si no se toman medidas, 2026 podría ser un año crítico para el sector agrario.
