5 Diciembre 2025, 17:20
Actualizado 5 Diciembre 2025, 17:20

La Junta ha creado un "equipo multidisciplinar" en el que intervienen las consejerías de Gestión Forestal, Agricultura y la de Salud, con los veterinarios responsables que inspeccionan la carne de caza, ya que la peste porcina africana no afecta a los humanos.

Este viernes se han reunido con el Consejo Extremeño de Caza para escuchar las propuestas de los sectores implicados. Tras el encuentro no se ha tomado ninguna decisión en firme, pero la principal propuesta sobre la mesa sigue siendo la de aumentar el control poblacional de los jabalíes, que son el principal vector de transmisión de la enfermedad. En la región se abaten más de 26.000 ejemplares al año. La Federación Extremeña de Caza propone aumentar esa cifra entre un 20% y un 30%. Para Asaja Cáceres la preocupación pasa por el alto número de ejemplares de jabalíes cazados que se quedan en el campo sin recoger tras ser cazados, unos 18.000. Esos cadáveres abandonados podrían suponer un importante foco de la enfermedad en caso de contagio.

Otras visiones

Los ecologistas creen que la solución no pasa por cazar más. Aseguran que el número ya es muy elevado y la población, lejos de disminuir, sigue aumentando. Creen que la solución pasa por cambiar la gestión de los cotos. Afirman que en algunos casos se les proporciona alimento adicional a los jabalíes para aumentar su tamaño y eso hace que algunas hembras tengan varias camadas al año. Piden acabar con esa práctica de forma inmediata.

Medidas en vigor

Desde que apareció la enfermedad en el este de Europa hace ya algunos años se han ido reforzando algunas medidas de control. Entre ellas, controlar que los jabalíes no puedan acceder a las basuras en las áreas de servicio ni en los entornos urbanos. El actual brote que afecta a varias zonas de Cataluña se originó precisamente en un área de servicio muy usado por camioneros que acabó trasportando por carretera la enfermedad hasta España.