Hubo un tiempo en que levantar la voz era casi un acto clandestino y, aun así, Paquita Carballo lo hizo. Extremadura se suma este 25 de noviembre al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en un año especialmente duro: 38 mujeres han sido asesinadas en España por sus parejas o exparejas, tres de ellas en Extremadura, la segunda comunidad con más víctimas mortales junto a Asturias y solo por detrás de Andalucía. Es el año más trágico en la región desde que hay registros.
Entre esos crímenes que han marcado 2025 figuran los de María, presuntamente acuchillada por el padre de su hijo en Aldeanueva del Camino en mayo; Ilham, de 34 años, hallada muerta en una nave de Don Benito en agosto; y Verónica, atropellada mortalmente por su pareja en La Codosera en octubre.
El caso de Paquita
En paralelo, las denuncias siguen siendo clave: este año se han presentado más de ocho denuncias al día por violencia de género en Extremadura. Y en medio de estas cifras, brilla un nombre que hoy ha querido contarlo para que otras mujeres no callen: Paquita.

A sus 77 años, Paquita recuerda con nitidez los diez años de maltrato físico, psicológico y verbal que sufrió por parte de su marido. Con 36 años y cuatro hijos pequeños, el mayor de 9 y el menor de solo 3, tomó una decisión que entonces pocas se atrevían a dar: dijo basta.
Denunció su situación ante la Guardia Civil y ese paso marcó su vida. Hoy, con la autoridad que da la experiencia y el coraje, lanza un mensaje a todas las mujeres atrapadas en el miedo: “Por eso doy el paso y aconsejo a todas las mujeres que si tienen que salir, que salgan. Vida no hay más que una”.
La decisión de Paquita no solo le salvó. La hizo libre.