China nos ha dado muchas alegrías. Asia nos ha dado muchas alegrías. Nos ha dado la alegría de hablar de cine LGBTIAQ+ con Gloria Fernández Adame y del boom de las series coreanas y de los códigos de las películas taiwanesas... y de degustar comida riquísima en El Bar Old School con todo su conocimiento gastronómico. Nos ha dado la posibilidad de abrazar mucho a Enrique Galcerán, premio Miradas este año (junto a Nacho Vigalondo). Ellos han estado ligados durante mucho tiempo al Festival de Cine Inédito.
Han pasado veinte años.
En esa primera edición, se proyectaron películas que no se habían estrenado en Mérida ("La distancia", "Paradise now", "Las partículas elementales"). No dio tiempo a más. Luego ya, sus dos directores de programación, en varias épocas, David Garrido y Emilio Luna, comenzaron ese periplo de acudir a Festivales (Cannes, Berlín, Karlovy Vary (que siempre me sonó "Carlo Vivari", Valladolid, San Sebastián) y a decidir qué películas traían al FCIMériday acudíamos al Centro Cultural Alcazaba y descubríamos que tenemos coxis -qué dolor de rabadilla en esos asientos-) y luego pasamos al cine comercial, con sus varios dueños y allí, en esos cines, le di un 10 a "Tyrannosaur", que sigue siendo una de mis películas favoritas y con la que descubrimos a Olivia Colman (¿o fue con "Locke"? No, con "Locke" fue a Tom Hardy al que descubrimos) -mi primer 10-. Me dormí en "Macbeth", salí con ganas de comida japonesa de "Nuestra hermana pequeña"; me enamoré de Koreeda, aplaudí en medio de una película con "Nuestro último verano en Escocia" ("What we did on our holidays"); me sobrecogí con "45 years" y nunca le he perdonado a la Academia de Hollywood que no le diera el Oscar a Charlotte Rampling -pero sí se lo dieron a "Inside Job"-. "Lourdes" me produjo un trauma que me ha hecho alejarme de cualquier film que suene a religión y, cada vez que alguien me pregunta por una película bonita que refleje la amistad entre hombres y mujeres le recomiendo "Happythankyoumoreplease". "Déjame entrar" sigue siendo la mejor peli de vampiros de la historia y Pablo Cantero me descubrió a Xavier Dolan con "Mommy", que vino a ver desde Plasencia.
Mi historia, durante los últimos 20 años, ha estado ligada a un montón de estas películas. No sería lo que soy sin "Virgin Mountain" (qué preciosidad) o "Incendies" o "La doncella" o "Custodia compartida" (qué durísima) o "Mass".
Lo que escribo yo lo podría firmar cualquiera de los asiduos al Festival, quizá (o no) con otras películas, porque el cine, siempre el cine, es una caja de resonancia que te lleva a libros, que te descubre que tenemos distinto color de piel y hablamos otros idiomas pero somos muy iguales en lo que importa -en lo único importante: nuestras relaciones- y que en todos los lugares hemos de luchar como si estuviéramos en la guerra por una sanidad pública bien financiada y de calidad y que la infancia debería ser sagrada y protegida (gracias de nuevo, Hirokazu Koreeda y gracias por "Monster", que no vi en el Inédito, sino en el FanCineQueer, pero qué más da, si son dos festivales hermanos -lo son: en muchas ocasiones se han repartido las películas o han dicho: 'esta la vamos a poner los dos'-).
Lo podrían firmar la chavalería que acude al ciclo de Cine y Escuela o los miembros del Jurado Joven, que son mucho más arriesgados que los adultos (siempre he estado de acuerdo con ellos, menos con los de mi generación).
El Festival cumple 20 años (viva noviembre, que nos hace regresar a todo), con Ángel Briz (su director, mi muy mejor amigo) sin tiempo ni para respirar y diciéndome, móvil en mano: "Apunta: el día tal tenemos cena, el día tal viene Nacho Vigalondo, el día cual un vermú, la gala el sábado 29 a las ocho y media en el María Luisa"). El Festival cumple 20 años y yo ya tengo mis favoritas, sin haberlas visto, que son las películas que no me voy a perder: "Resurrection" y "Rebuilding", porque China nos ha dado muchas alegrías y porque los cowboys son mi debilidad.
Felicidades, FCIMérida. Así pasen veinte años.
Pueden consultar toda la programación del Festival aquí. Nos vemos en los cines.
El Festival de Cine Inédito de Mérida celebra 20 años con una exposición de sus carteles