El villancico “Noche de paz” es una de las canciones navideñas más conocidas del mundo. Fue compuesto en 1818 en el pueblo de Oberndorf, Austria, con letra del sacerdote Joseph Mohr y música de Franz Xaver Gruber. Desde su primera interpretación en una misa de Navidad, la obra se difundió rápidamente por Europa y luego por el resto del mundo, convirtiéndose en un símbolo universal de la Navidad.
La letra del villancico describe una noche tranquila y silenciosa, evocando el nacimiento de Jesús en un ambiente de calma y recogimiento. Esta atmósfera está estrechamente relacionada con las condiciones propias del invierno: noches largas y frías, que refuerzan la sensación de paz y serenidad que transmite la canción.
La meteorología también influyó directamente en su historia. Se cuenta que, debido a las lluvias, inundaciones y al frío intenso del invierno, el órgano de la iglesia de San Nicolás quedó inutilizado. Por esta razón, Noche de paz fue interpretada originalmente con guitarra, un hecho poco común en la música litúrgica de la época.
Tras la erupción del volcán Tambora en 1815, enormes cantidades de ceniza bloquearon la luz solar. Esto provocó un enfriamiento global, con inviernos más largos y fríos y veranos muy inusuales. El año 1816 fue conocido como el “Año sin verano”, con heladas y nevadas fuera de temporada. Las malas cosechas causaron hambre, pobreza y migraciones en Europa y América del Norte.
Sobre este curioso origen hablamos con Soledad Arroyo, profesora de violonchelo del Conservatorio de Cáceres, y directora del programa radiofónico "Nota contra nota" que se emite cada fin de semana las 15:00h en Canal Extremadura. Esta entrevista se emitió el pasado viernes, 26 de diciembre de 2025 en "El Sol sale por el oeste". Pincha en la imagen y escúchala.