11 Junio 2025, 14:00
Actualizado 11 Junio 2025, 14:00

Lo hemos comentado ya por aquí más de una vez: que la primavera de 2025 ha pasado a los archivos climáticos como una de las más lluviosas de las últimas décadas. Los pantanos se han llenado, los acuíferos rebosan, el fantasma de la sequía se ha retirado por un tiempo (que volverá, os lo aseguro) y... han brotado nuevas especies vegetales que se daban por desaparecidas. 

La más llamativa ha sido el “novemés”, que no se tenía constancia de ella desde cuarenta años. Una planta pequeña, que apenas llega a un palmo, de floración fugaz. Unas diminutas flores de pétalos blancos o azules y un arilo, un aro, amarillo intenso aparecen durante un breve espacio de tiempo.  

La mayor parte de la vida de este vegetal está enclaustrada en su semilla, reposando mientras pasan las semanas, los meses o los años hasta que se den las condiciones ambientales óptimas para su desarrollo. Su reproducción es escasa y esto hace que su distribución, a pesar de ser muy distante, no sea demasiado abundante. Tan sólo se han documentado algunas poblaciones en Sevilla, Madrid o León.  

En estos meses se ha abierto la posibilidad de que los científicos puedan tomar muestras de ella con el fin de preservar esta especie para las generaciones futuras. Sobre esta diminuto ser vivo hablamos con José Correa, investigador predoctoral en Botánica en la Universidad de Murcia, más conocido en las redes sociales como @ricinox . Esta entrevista se emitió el pasado miércoles, 11 de junio de 2025 en “El Sol sale por el oeste”. Pincha en la imagen y escúchala. 

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