17 Octubre 2025, 16:19
Actualizado 17 Octubre 2025, 17:50

En silencio, bajo el zumbido casi imperceptible de los mosquitos, un equipo científico libra su particular batalla contra el Virus del Nilo Occidental. Cada dos semanas, investigadores de la Universidad de Extremadura recorren distintos puntos de las Vegas Altas con trampas bajo el brazo para detectar la presencia del virus antes de que dé la cara.

Las trampas se instalan en zonas de agua estancada, márgenes de río y parques, lugares donde prolifera el mosquito Culex, principal transmisor del virus. Una vez capturados, los insectos viajan al laboratorio, donde comienza el trabajo más minucioso. “Tenemos un insectario con jaulas donde criamos las larvas y las alimentamos a diario hasta que salen los mosquitos adultos. A esos les hacemos la PCR para ver si tienen el virus”, explica Eva Fronteras, profesora de la Facultad de Veterinaria de la UEx.

Análisis

Desde mayo, se han capturado más de 70.000 mosquitos, una cifra que refleja la magnitud del seguimiento. Cada muestra analizada se convierte en una pista que ayuda a anticipar posibles focos de contagio. “Obtenemos unos mapas donde vemos registros de donde esta circulando el virus y para futuros años poder prevenir y poner tratamientos", señala la investigadora Zaira Canet.

Con esta red de vigilancia entomológica, Extremadura busca ir un paso por delante del virus, adelantándose a su propagación y reforzando la prevención en humanos y animales..