Gargáligas cuenta desde este miércoles con una nueva almazara, la más grande de Extremadura. Un molino dotado con tecnología de última generación que sitúa a la localidad y a la comarca de Vegas Altas a la vanguardia de la industria oleícola. Su puesta en marcha generará más de 30 empleos directos e indirectos.
Mayor eficiencia y producción
La fábrica ha arrancado con una inversión cercana a los cinco millones de euros y está equipada con dos líneas de recepción y una capacidad inicial de molturación de 20 millones de kilos, que se prevé ampliar hasta superar los 30. Según sus promotores, busca una mayor eficiencia y el incremento del valor de las producciones en un sector con gran potencial de crecimiento en los próximos años.
“Con estas dos líneas podremos incorporar 200.000 kilos a la hora y molturar un millón de kilos al día en primera prensada, además de 700.000 en segunda”, ha explicado José Luis Morlanes, socio del Molino Vegas Altas, que ha detallado también la construcción de una bodega con capacidad para 3,5 millones de kilos.
Por su parte, el secretario general de Desarrollo Sostenible, Víctor del Moral, ha destacado que “cuando al sector agroalimentario se le apoya y se le dota de herramientas, es capaz de generar valor añadido, empleo de calidad y oportunidades”.