27 Enero 2022, 20:24
Actualizado 28 Enero 2022, 18:10

La gimnasia rítmica también es masculina y así lo lleva demostrando Alberto Lallave desde 2008. A día de hoy continúa siendo uno de los deportes que no tienen modalidad masculina en los Juegos Olímpicos.

"Actualmente hay unos 80 deportistas masculinos en gimnasia rítmica, cuando yo empecé éramos tan solo 20 en todo el país.”

¿Por qué introducirse entonces en un deporte mayoritariamente femenino?

Al joven no le llamaba la atención ningún deporte y su madre fue quien le apuntó a finales del 2008 al Club Gimnástico Almendralejo dirigido por la campeona del Mundo de Gimnasia Rítmica Marta Calamonte. Como si fuera amor a primera vista, probó y le enganchó. A los pocos meses de entrar en el equipo le hicieron unas pruebas de aptitud y automáticamente entró en el equipo de competición. A pesar de haber empezado a los 12 años, que para algunos deportes como este, resulta una edad tardía, sus aptitudes siempre han sido magníficas y no le supusieron ningún impedimento.

"Las chicas tiene mejor flexibilidad pero nosotros saltamos más, tenemos mas fuerza y solemos ser mejores en los giros”

Los preparativos para las competiciones y los ejercicios de dificultad que se exigen en cada competición son los mismos para ambos sexos lo que cambia es la coreografía para poder adaptar los ejercicios a cada uno y poder sacar lo mejor de ellos.  

"No te preocupes, te van a tratar como un rey”

A pesar de adentrarse en un deporte mayoritariamente femenino su entorno siempre le ha respetado, y a pesar de haber recibido algún comentario inapropiado cuando era más niño, Alberto ha destacado que fueron momentos puntuales sin trascendencia “ya sabes, hay de todo, pero me daba igual” comentaba al hilo del asunto. Aún así cuando entró en el equipo de competición la resultaba inicialmente violento al ser el único varón, pero como bien le aseguró su entrenadora “no te preocupes, te van a tratar como un rey” y así fue, uno más desde el principio.

Su primera competición llegó con los JUDEX y en 2014 compitió en nacionales quedando en sexta posición. Fue entonces cuando su trayectoria tuvo que frenar debido a una lesión de rodilla que le ha mantenido ausente desde entonces. Tras 8 años de parón, con 26 años y completamente recuperado, ha decidido reincorporarse dejando a un lado miedos e inseguridades propias de un largo periodo sin competir, para poder luchar por su sueño al tiempo de servir como ejemplo a muchos niños que quieren hacer este deporte u otras actividades tradicionalmente femeninas.

Regresó el pasado 11 de diciembre en la Copa Diputación de Badajoz celebrada en Mérida, una primera toma de contacto en la que consiguió un par de podios que sin duda disfrutó con el resto de su equipo, del que también es ahora entrenador, y que gracias a los numerosos triunfos de todos ellos el club cuenta con el patrocinio de la Fundación de los Jóvenes y el Deporte de la Junta de Extremadura.

Pronto lo volveremos a ver, ya se prepara para los certámenes de este 2022 y no cabe duda que cada competición será un hito que poco a poco irán eliminando barreras en favor de la igualdad.

A día de hoy, contamos con dos gimnastas de rítmica masculina en la región. Alberto Lallave y Matías Romero del Club Hadar de Cáceres.

"Se que rompemos moldes, pero esto me encanta y uno tiene que hacer lo que desee hacer"

Las competiciones masculinas comenzaron en España en 2005, sin embargo no fue hasta 2009 cuando la Real Federación Española de Gimnasia creó el primer Campeonato de España de Gimnasia Rítmica Masculina ante el aumento de deportistas. Alberto Lallave allá por 2008, acababa de entrar en un deporte que estaba empezando su revolución.