Extremadura
4 Marzo 2022, 20:59
Actualizado 4 Marzo 2022, 21:17

La familia Rodríguez Cerezo acogió a Katia por primera vez estas Navidades y la llevaron de vacaciones a Cascais para que la pequeña conociera el mar. "Llevábamos mucho tiempo con ganas, pero hasta que los niños no han sido más mayores no nos hemos decidido", nos dice Alicia Cerezo. Ahora están intentando traerla de nuevo, pero no saben nada de ella desde que comenzó la invasión de Ucrania. "Ahora no tengo contacto ninguno con mi niña porque está incomunicada totalmente", se lamenta esta madre de acogida de Plasencia. Aunque está dispuesta a acoger a cualquier otro nioño ucraniano que lo necesite: "la verdad es que nos encantaría aunque fuera otro niño", confiesa.

"Les ofrecemos un hogar y amor"

Raquel y Francisco ya lo tenía todo listo para traer a Katya, la hermana del pequeño Pablo, que desde hace tres años acoge otra familia placentina. Pero de momento no puede salir de Ucrania en condiciones de seguridad. "No hasta que no creen corredores humanitarios", explica Raquel. Pero ella y su marido están dispuestos a ofrecer una casa a otro pequeño. "Ya lo tenemos todo listo", asegura Francisco.

La Junta prepara ya un registro de familias o personas dispuestas a ofrecer un hogar a los menores refugiados que lleguen a Extremadura. "Para que todas aquellas familias o personas que estén interesados en la acogida de niños puedan expresar su voluntad de hacerlo y además ser evaluados para ver su idoneidad y por cuánto tiempo pueden hacerlo. Esto no es un programa como Vacaciones en Paz, que es muy limitado en el tiempo, esto puede ser por mucho tiempo por lo tanto tenemos que hacerlo muy bien", explica el consejero Vergeles.

Además de la familias interesadas, la administración regional ha ofrecido también las 120 plazas vacantes que tienen el la red de centros de menores.