11 Mayo 2021, 16:02
Actualizado 11 Mayo 2021, 16:02

La Avenida de la Hispanidad, de Cáceres, que trascurre entre la Glorieta de Renfe y la Ronda de San Francisco, es una de las vías que más accidentes y atropellos acumula en la ciudad. Precisamente para mejorar su seguridad se han tomado, a lo largo de los años, diferentes medidas, entre ellas, en el año 2014 se decidió reducir la velocidad a 30 km/h. El objetivo era reducir los atropellos graves, y algunos mortales, que se producían en la vía. 

El inspector jefe de la Policía Local, Benedicto Cacho, confirmaba hoy que estas medidas han permitido que baje tanto la velocidad media de la vía como el índice de siniestralidad. "En los últimos controles que hemos hecho hemos notado que la velocidad media ha bajado. Si es verdad que siempre hay conductores que no atienden a las normas y toman la velocidad como algo normal, pero la velocidad media va bajando y los índices de siniestralidad también, y en ello vamos a seguir trabajando", aseguraba el jefe de la Policía local.

"La velocidad media va bajando y los índices de siniestralidad también"

Una vía peligrosa

La avenida cuenta con un kilómetro y medio de longitud y varios edificios públicos como el Palacio de Congresos, el Pabellón Multiusos, varios colegios, dos tanatorios, el Sexpe, y muy cerca, la Estación de Autobuses, por lo que es una vía muy transitada.

Precisamente en uno de los colegios de la avenida preguntamos a los padres si les sigue pareciendo peligrosa la vía a pesar de la reducción de la velocidad, y la mayoría nos dice que sí, aunque hay opiniones para todos los gustos.

Algunos padres consideran que hay conductores que no respetan la velocidad a pesar de la presencial policial en los alrededores del colegio: "La mayoría no pasa a esa velocidad, aunque si está la policía local se nota más", aseguraba una madre. Tampoco se respetan los semáforos y los pasos de peatones, aseguran, "es un poco inseguro venir con la niña para acá, que estés esperando el paso de cebra y cuando vas a cruzar, está lleno de coches, tienes que ir sorteando...", asegura otro padre. También hay padres que considera la limitación a 30 km/h "demasiado lento" para circular por la ciudad y creen que más que favorecer que no se produzcan accidentes, lo que provoca son atascos.  

Controlar con radares

Desde la Asociación de Vecinos de Llopis Ivorra y Espíritu Santo se sigue pidiendo más control sobre los conductores para garantizar que se respeta esa limitación. El presidente vecinal, José Antonio Ayuso explica que un radar instalado en esta avenida permitió "cazar" en veinte minutos a 20 conductores que incumplían el límite de velocidad, y por eso pide que se siga controlando el cumplimiento de los límites. "Nos parece perfecto que se haya implantado el límite de 30 km/h pero hay que controlar eso, y se controla con radares fijos en los puntos más conflictivos y radares móviles en las avenidas más largas", asegura.

Tanto Benedicto Cacho como José Antonio Ayuso insisten en los beneficios que supone para la seguridad vial la reducción de la velocidad en los núcleos urbanos. Ayuso apunta que "un atropello a 30 km/h no es lo mismo que a 50 o 60, porque, primero, el coche responde mejor, y luego, porque el impacto tampoco es igual, hay que poner medidas para que se respeten estos límites", insiste.