19 Agosto 2022, 13:53
Actualizado 24 Agosto 2022, 14:31

"Cuando tienen ese detalle de apagar las luces, cuando tienen ese recogimiento para ver Teatro y cuando ponen tanto el Ayuntamiento como el pueblo ese interés... es maravilloso". Lo cuenta Esteban García Ballesteros, que subirse al camión de los Escenarios Móviles de Extremadura no es una experiencia cultural cualquiera. Él lleva 31 años a bordo.

Es uno de los actores más veteranos en esto de conducir la cultura hacia pueblos de menos de 2.000 habitantes. Y no lo hace con cualquier propuesta. Su compañía, como tantas otras extremeñas, lleva el camión lleno de proyectos a la altura de escenarios de cualquier ciudad, aunque tengan que adaptarse luego a los entresijos de un escenario portátil.

 "Se ofrecen espectáculos profesionales de danza, teatro, pasacalles y  tenemos también folclore", apunta Toñi Álvarez, directora del Centro de Artes Escénicas y de la Música de Extremadura (CEMART): "Son propuestas muy interesantes que están en cualquier Teatro y que no solo están en Extremadura sino que también salen fuera, a escenarios de otras comunidades autónomas".

Un arma cultural contra la despoblación

Este año serán en total 185 funciones las que recorrerán 57 municipios extremeños. No hay en todo el país un arma cultural tan potente ni con tanta solera (38 años ya) para alimentar con conocimiento y sabiduría a la llamada España Vaciada. Ni tampoco una experiencia de cultura que se le acerque mínimamente como instrumento contra la despoblación.

Por eso no resulta extraño que la Feria de Teatro de Castilla y León haya decidido otorgar a la iniciativa el premio Rosa María García Cano como Referente de las Artes Escénicas en el Mundo Rural. "El orgullo es grande", esboza con enorme satisfacción Toni Álvarez, que antes de ser directora de CEMART fue también gestora cultural y fomentó estos escenarios en muchos pueblos. "Era todo un acontecimiento ver llegar al camión a la plaza -recuerda-. Y lo sigue siendo".

La magia de las Artes Escénicas, a bordo de un camión

Las propuestas que se suben a los camiones de la red son propuestas para escenarios de cualquier talla; aunque la talla aquí tenga que montarse de cero.  

Verán: la magia empieza a media tarde, cuando aparca el camión y se hace el despliegue de todo el arsenal técnico. Y se hace sin ningún tipo de contemplaciones por parte del termómetro (los espectáculos se ofrecen de junio a septiembre, olas de calor mediante y todo lo típico de los veranos en Extremadura). Después, como en cualquier escenario, turno para las pruebas de luces, de sonido... y para los últimos retoques y ensayos de los artistas.

Son propuestas para escenarios de cualquier talla; aunque la talla aquí tenga que montarse de cero

En solo tres horas, la plaza o el sitio elegido por el Ayuntamiento ya es un lugar para soñar. "Cuanto más lejos de la plaza esté, mejor -dice Esteban García Ballesteros- porque eso quiere decir que el público que se acerca, como ocurre esta noche en Magacela (donde ofreció el espectáculo 'Madrecita del alma querida', Las cuatro esquinas), viene porque quiere y no porque se lo encuentra mientras toma un café en el bar del pueblo. Y eso crea un ambiente especial".

La avidez cultural no es cosa solo de cosmopolitas

"Es un programa que acerca la cultura de calidad a los municipios como Magacela", dice su alcaldesa, Inés María Escobar, que este año ha conseguido que a su pueblo llegue el camión en tres ocasiones: con un concierto, una obra de teatro y un espectáculo de folclore. "De otra forma, no tendríamos capacidad", reconoce mientras subraya que, definitivamente, "la cultura es un arma contra la despoblación". 

Entre el público que asiste a ver 'Madrecita del alma querida', un matrimonio nos explica que la avidez cultural no es cosa solo de cosmopolitas: "Si vas a una obra de Teatro, te vienes a casa con otro estado de ánimo, te ayuda a pasar de otra forma el día", describen casi a coro.  A su lado, en una silla de ruedas, otra mujer celebra la suerte de que le traigan la cultura a la puerta de su residencia, "aquí a la puertecita de donde dormimos". Un poco más allá, alguien más joven confía en que este tipo de iniciativas no se agoten nunca "para que la cultura no se muera en los entornos rurales".

La cultura no perece en los entornos rurales porque no quiere el público ni quieren las instituciones. Y porque los artistas son los primeros cómplices

Y no. No se muere. No perece porque no quiere el público ni quieren las instituciones. Y porque los artistas son los primeros cómplices. "Se bajan el caché para poder venir", explica la directora del CEMART.

Esteban García Ballesteros, con quien empezamos esta información, es uno de ellos. 31 años hemos dicho que lleva ya en los Escenarios Móviles de Extremadura. Y como en toda relación duradera, tiene que haber un secreto. Por supuesto, se lo hemos preguntado. Y nos lo ha confesado: "Para mí actuar, en un pueblo pequeño es como actuar en el Teatro Romano. Es el mismo compromiso. Es cultura. Y la cultura hay que llevarla ante quien sea y donde sea".