27 Abril 2021, 22:18
Actualizado 28 Abril 2021, 09:27

La Audiencia Provincial de Badajoz ha condenado a 23 y 18 años de cárcel, por un delito de asesinato con agravante y tenencia de armas, a los dos hermanos que mataron el 23 de mayo de 2017 a un vecino de Don Benito cuando paseaba por la Plaza Cíjara de la localidad.

Además, por el delito de encubrimiento se ha condenado a un familiar de ambos a un año y tres meses de prisión, mientras que un cuarto encausado ha quedado absuelto, según la sentencia a la que ha tenido acceso Efe.

Conforme al veredicto de culpabilidad emitido por el jurado, la magistrada impone para uno de los hermanos la condena de 22 años y 6 meses por asesinato con el agravante de reincidencia, debido a que había cometido previamente 5 homicidios, lo que revela, según la sentencia "un modo extremadamente violento".

A esta condena le suma el año y cuatro meses de condena por tenencia ilícita de armas, lo que supone una condena total de 23 años y 4 meses de prisión.

Al otro hermano se le imputa un delito de asesinato (18 años) y otro por tenencia ilícita de armas (8 meses), por lo que deberá cumplir una condena total de 18 años y 8 meses de prisión.

Por su parte, de delito de encubrimiento la magistrada entiende que es culpable uno de los familiares encausados por lo que deberá enfrentarse a una condena de 1 año y 3 meses de prisión, mientras que un cuarto encausado por el delito de encubrimiento ha sido absuelto de los hechos enjuiciados, por lo que queda en libertad.

En concepto de responsabilidad civil, los dos autores deberán indemnizar a la viuda de la víctima con 120.000 euros y 75.000 a cada uno de los dos hijos del fallecido.

El tribunal ha entendido que este asesinato fue producto de un acuerdo entre ambos hermanos y contó con una preparación previa, que consistió en realizar seguimientos a la víctima "lo que le dota a los hechos de una mayor gravedad".

También entiende como hechos probados que ambos hermanos "en ejecución de un plan preconcebido", acabaron con la vida de un hombre al que dispararon por la espalda con un arma de fuego larga.

La víctima, que no se percató de la presencia de los acusados y no tuvo "posibilidad de defensa alguna", recibió dos impactos, uno en el costado y otro en la espalda, que le produjeron la muerte inmediata.

Los acusados, que no tenían licencia de armas, habían realizado labores de seguimiento con carácter previo a la víctima para conocer su rutina y sus horarios.

Tras los hechos, los hermanos huyeron del lugar en un coche hacia Mérida, donde se refugió uno de ellos mientras que el otro regresó a Don Benito, donde fue detenido en su vivienda familiar.

El primero llamó por teléfono a su sobrina diciéndole que había acabado con la vida del vecino de Don Benito y en esa llamada le pidió que se deshiciese de unos cartuchos que se encontraban en la vivienda en la que ambos autores vivían, lo que hizo para evitar que se relacionara a su tío con ese hecho delictivo.